La historia del Ecuador, nos recuerda su verdadera emancipación política, por la revolución del 10 de agosto de 1809 y sus consecuencias, porque comprende dos etapas bien definidas por sus peculiares características:la PRIMERA, que se inicia en diciembre de 1808 y se extiende hasta 1809, a raíz de la abdicación del Rey Carlos IV y la SEGUNDA: la revolución de Quito de 181-1812, después de escasos días de la disolución de la Junta Soberana, cuando el Conde de Ruiz de Castilla, hacía saber a los vecinos de la Capital y de las villas y asientos que hubieren participado en el movimiento del 10 de Agosto, que todo quedaba en el olvido.
Antonio José de Sucre, proyectó situar a sus hombres en las planicies de El Ejido al norte de la ciudad Capital, tanto para oponerse a la incorporación de las tropas que venían de Pasto a reforzar al presidente Aymerich, como para dejar incomunicada a esta ciudad con las del sur de Colombia, donde aún gobernaban los españoles. Con este fin, el 23 de mayo de 1822, por la noche, ordenó a sus soldados escalar las faldas del Pichincha para amanecer en El Ejido.
24 de Mayo de 1822
Lo abrupto del terreno que la marcha llegue al punto deseado en las primeras horas del día; pues más o menos a las ocho de la mañana del día 24 de mayo de 1822, únicamente coronaron las faldas del Pichincha en el sector de San Diego.
Al descubrir los españoles el paso de los patriotas se apresuraron en perseguirlos y tomar la misma altura; más las condiciones físicas del terreno y sicológicas de los hombres les produjo la fatiga antes de lo previsto. A eso de las nueve de la mañana se rompieron los fuegos entre las compañías Magdalena, Cazadores del Paya y el Batallón Trujillo del Perú, todos comandados por el coronel Córdova.
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La Batalla del Pichincha, fue en efecto una obra maestra del general de brigada Antonio José de Sucre, a quien el destino y su reciedumbre le depararon la gloria de dirigir las dos últimas batallas que sellaron la independencia de América: Pichincha y Ayacucho, acompañado de héroes como Luis Urdaneta, Joaquín Gallegos Lara, Antonio Morales, José Mires, Abdón Calderón Garaycoa, José María Córdova, Andrés de Santa Cruz y Juan Lavalle, San Martín, mariscal José de Aymerich, comandante en jefe de la división coronel Nicolás López y del talento batallador de Eugenio de Santa Cruz y Espejo con la visionaria
vocación patriótica de José Joaquin de Olmedo, que sellaron la libertad con el Primer Grito de Independencia, dado en Quito luz de América el 10 de Agosto de 1809, cuya gesta libertadora nacional triunfó gracias a la triunfal revolución del 9 de octubre de 1820 y, fue hito para expulsar el colonialismo español y pensar únicamente en la plenitud de la patria de los ecuatorianos y sus sagrados símbolos desde el centro de la Tierra, cuyos colores flamean con orgullo en todos los continentes.
La lucha por la democracia
Mientras tanto, la actualidad democrática del Ecuador, establece que existen grupos antidemocráticos que persisten alterar su democracia; especialmente de aquellos que fracasaron en el intento de conseguirlo, y que nos invita a todos los ecuatorianos a no permitir instintos desestabilizadores, porque Ecuador, no tiene tiempo de politizar sino de unirnos para mantener la paz y seguridad ciudadana, sobre todo, hoy, que se inaugura un nuevo gobierno en el que debe prevalecer los intereses nacionales y no partidistas, pero de defendiendo su soberanía para no seguir repartiendo sus recursos con una plutocracia.