jueves, enero 16, 2025

Presunto testaferro de vicepresidente de Venezuela

Un empresario que pagó millones de dólares en efectivo en Estados Unidos en propiedades inmobiliarias ahora está acusado de pertenecer a un esquema de lavado del narcotráfico por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

El empresario venezolano Samark López, señalado por el Departamento de Estado como principal prestanombre del vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, llevaba una vida de multimillonario en Miami, dándose lujos como el de pagar en efectivo $3.4 millones por un apartamento en una zona céntrica de la ciudad.

Según registros obtenidos por Univision, en total López pagó $4.3 millones de dólares por otros dos apartamentos en el mismo edificio y tenía a su disposición un avión de unos $9 millones.

López fue señalado el pasado 13 de febrero por la Oficina de Control de Bienes en el Extranjero del Departamento del Tesoro (OFAC) como el principal testaferro del vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami. El empresario es acusado de formar parte de una red que lavó dinero y dio «asistencia material» a narcotraficantes de Colombia, Venezuela y para el violento cartel mexicano de Los Zetas. El Aissami ha negado la acusación, a la que se refirió en Twitter como una «infamia» y un ataque imperialista.

En los últimos años, López se había presentado como un exitoso empresario, amante de su país, que luchaba por llevar inversiones a Venezuela, mientras otros hombres de negocios se llevaban su dinero al exterior. «El capital más importante que tiene esta corporación es su gente. El capital humano es la gran diferencia de nosotros como corporación con el resto de nuestra competencia», decía López en un video institucional en su sitio en Internet.

Ahora, el Departamento de Estado lo acusa de «apoyar actividades internacionales de tráfico de estupefacientes en representación de El Aissami» y de encabezar una «red internacional» de 13 compañías que, según la acusación, operaban para el narcotráfico desde las Islas Vírgenes Británicas, Panamá, el Reino Unido, Estados Unidos y Venezuela.

Después del anuncio, las autoridades de Estados Unidos incautaron propiedades suyas en Miami y prohibieron las relaciones comerciales con sus empresas. Univision indagó en registros públicos de Estados Unidos, México y Venezuela cuáles eran estas compañías y en qué consistía su actividad. La más visible de ellas era Profit Corporation, con registro en Venezuela, que ha tenido contratos con la petrolera estatal venezolana PDVSA. En el video institucional, López describió esta empresa como «un equipo de soñadores».

Registros públicos consultados por Univision indican que el avión modelo Gulfstream 200, con matrícula N200VR, citado por la OFAC, fue comprado en 2013 a una aerolínea de Luisiana por medio de una compañía de López, creada en Delaware. Tanto para la compra del avión como para el registro en Miami de varias de las compañías, López utilizó como gerente una empresa offshore con dirección fiscal en Road Town, en las Islas Vírgenes Británicas, que también fue señalada por el Departamento de Estado como parte del esquema de lavado de dinero.

El presunto testaferro del presidente venezolano Tareck El Aissami compró los tres departamentos de lujo en la zona de Brickell, en Miami, entre 2011 y 2013, según registros públicos a los que tuvo acceso Univision. Los departamentos costaron en conjunto $7.7 millones, de los cuales al menos $3.4 millones fueron pagados en efectivo en 2013. La propiedad tiene tres cuartos, tres baños y medio. Los tres departamentos están ubicados en la torre Millenium, en Brickell, al interior de un condominio residencial de lujo. Los inmuebles no fueron adquiridos a título personal, sino por medio de tres compañías registradas en Miami. El gerente de las empresas ha sido López.

En 2011, López compró un apartamento de 1.5 millones de dólares en el mismo edificio, con dos cuartos y dos baños. Para la transacción obtuvo un crédito bancario, según registros de la compraventa obtenidos por Univision de una fuente confidencial en Miami. Un año y medio más tarde, el mismo empresario vendió el departamento en la mitad de lo que le había costado: 750,000 dólares.

Para la segunda transacción nuevamente obtuvo un crédito bancario, esta vez con otro banco. Medio año después de la compra, López fue inscrito como gerente de la empresa que había comprado el departamento. Así se convirtió en comprador y vendedor de la misma propiedad.

Entre las compañías ubicadas en Florida, que fueron señaladas por la OFAC, la más reciente no tiene registrada compra de propiedades en Miami. Augusta Grand I LLC fue registrada también en Delaware, en junio de 2015. Aunque comparte dirección fiscal, gerente y agente registrado con el resto de las compañías de la red, Univision no pudo establecer para qué fue utilizada.

Varias de las empresas en Florida tuvieron como elemento en común la misma dirección fiscal, ubicada en un edificio de oficinas, actualmente en remodelación. Univision pudo comprobar que esta dirección correspondía a un servicio de oficinas virtuales.

Contratistas en Venezuela
El boletín del Departamento del Tesoro establece que el presunto esquema de lavado de dinero del narcotráfico del vicepresidente incluyó varias compañías que han tenido contratos con el gobierno venezolano. En los registros de estas empresas en Venezuela, consultados por Univision, no aparece el nombre del vicepresidente, pero sí el de López. El empresario ha dicho que la acusación se debe a su cercanía con el funcionario.

Entre las compañías en Venezuela que fueron incluidas en el Departamento de Estado está Alfa One, registrada en 2006 como proveedora de servicios de seguridad industrial. Uno de los contratistas de gobierno, ahora mencionados como parte del esquema de lavado, es Grupo Sahect. López es accionista de esta compañía, que proveyó alimentos para Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (PDVAL), una empresa estatal venezolana de distribución de comestibles.

Univision Investiga obtuvo registros que muestran que esta empresa tenía una filial en Miami, en la cual López también era administrador. Esta filial se encuentra inactiva desde 2011 y no está mencionada en el esquema de lavado que presentó el Departamento del Tesoro.

En 2012, los mismos socios crearon una filial de esta corporación con registro en Panamá, de acuerdo con registros públicos de ese país consultados por Univision. Esta filial no está mencionada en la investigación estadounidense.

En la acusación también se menciona a Servicios Tecnológicos Industriales, con sede en el estado Bolívar, y SMT Tecnología, ubicada en Caracas, actualmente activa en Venezuela para firmar contratos de gobierno. La punta del esquema, según la acusación, sería Yakima Oil Trading, una compañía con sede en Londres. Esta empresa tiene registro de creación en 2014 y oficinas en Caracas y Panamá. Pertenece a Yakima Trading Corporation, ubicada también en Panamá.

Los registros públicos de ese país muestran que sus funcionarios registrados son López y varios de sus socios en empresas venezolanas, que no están mencionados en la lista del Departamento del Tesoro. El boletín del Departamento del Tesoro indica que parte de la investigación sobre el supuesto testaferro del vicepresidente venezolano radica en que, por medio de sus empresas, se realizaron envíos de droga para el violento cartel mexicano de narcotráfico de Los Zetas.

Entre las compañías mencionadas por las autoridades estadounidense como operadoras de lavado para el narcotráfico, Univision encontró en registros aduanales en México queYakima Trading Corporation realizó al menos tres envíos etiquetados como alimentos y materiales de construcción entre México y Venezuela en años recientes.

En 2014, de acuerdo con documentos obtenidos por Univision, esta empresa envió al menos siete toneladas que no fueron señaladas como drogas, sino como «leche en polvo» del puerto mexicano de Altamira, hacia Texas y Venezuela. Univision no pudo establecer si estos envíos contenían drogas o dinero, pero las fechas de los despachos coinciden en los años que señala la acusación estadounidense.

El puerto de Altamira está ubicado en Tamaulipas, la zona de mayor incidencia del cártel mexicano de Los Zetas. La información divulgada por las autoridades estadounidenses no precisa si los envíos a Los Zetas fueron por medio de este esquema en específico.

La misma compañía trasladó en 2014 varias toneladas de alimentos y materiales para la construcción para la petrolera estatal venezolana, PDVSA, entre Panamá y Puerto Cabello, en Venezuela.

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