Pekín – China.- Tomándose de las manos para formar largas cadenas humanas. Esa fue la forma de protesta que, este lunes, emplearon miles de estudiantes en Hong Kong.
Congregándose a las afueras de las instituciones educativas, los jóvenes de la región autónoma han rechazado los violentos choques que se produjeron durante las manifestaciones de este domingo.
Lo que inició como una movilización pacífica acabó en un pandemónium de incendios, cristales rotos y vías bloqueadas. Las acciones vandálicas fueron repelidas por los cuerpos de seguridad con el uso de la fuerza y mediante el empleo de gases lacrimógenos.
Antes de que la marcha se transformara en disturbios, los protagonistas de la acción de calle llegaron hasta el Consulado de Estados Unidos. Allí, pidieron a la Administración Trump que se impongan sanciones y multas a las autoridades chinas o hongkonesas que socaven los derechos humanos.
Ya no se trata, únicamente, de conseguir mayor apertura y democracia. Ahora, los ciudadanos hongkoneses desean que Washington se sume a su causa y, por ello, instaron a la Casa Blanca a hacer presión sobre el Congreso para que éste le dé luz verde a la Ley de Derechos Humanos y Democracia en Hong Kong.
La posibilidad de que se apruebe ese instrumento he generado malestar en el gobierno de la región administrativa que, este lunes, reaccionó apelando al principio de soberanía. “Los parlamentos extranjeros no deben intervenir de ninguna forma en los asuntos internos”, dijeron desde el Ejecutivo encabezado por Carrie Lam.
