Nueva Gales del Sur – Australia.- Aprovechando que las temperaturas han bajado en la costa este de Australia y antes que la situación vuelva a empeorar, miles de turistas han decido retornar a sus hogares sin haber disfrutado de sus vacaciones, los fuertes incendios que devastaron la zona no se lo permitieron. De igual forma los residentes del área sur de la costa, han sido evacuados por el ejercito para prevenir más perdidas humanas.
Gracias a las bajas temperaturas registradas en las últimas horas, se ha logrado avanzar en el trabajo de extinción de los incendios y los residentes han podido reabastecerse de comida y combustible, sin embargo la relativa “normalidad” no durará mucho, se espera que para el sábado las temperaturas vuelvan a aumentar y los fuertes vientos regresen a avivar las llamas.
“Es posible que las condiciones del sábado sean tan malas o peor que las que vimos”, explicó el subdirector del Departamento de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur, Rob Rogers.
En esta última semana la destrucción en la costa sur de Nueva Gales del Sur ha sido muy importante, 381 viviendas se perdieron y en el estado al menos ocho personas fallecieron. De igual forma en Victoria, la segunda región más afectada, se calcinaron 68 casas solo esta semana, el ejército ayudó a las miles de personas a huir y les entregó comida, agua, combustible y atención sanitaria. Alrededor de 500 personas serán evacuadas en un barco de la marina.
“Creemos que hay alrededor de 3.000 turistas y 1.000 residentes. No todos querrán irse, no todos pueden subir al barco a la vez”, señaló el primer ministro de Victoria, Daniel Andrews.
Entre la región de Victoria y Nueva Gales existen más de 200 fuegos activos.
Los estados de Australia Occidental, Australia Sur y Tasmania, también se han visto afectados aunque en menor escala.
Desde el inició de la temporada de incendios en Australia, los fuegos ya han arrasado con 5 millones de hectáreas de tierra, han destruido alrededor de 1400 viviendas y han generado la muerte de 17 personas, las autoridades califican la temporada como la peor de la historia.
“Los incendios continuarán hasta que tengamos lluvias decentes que puedan lidiar con algunos de los fuegos que llevan ardiendo muchos muchos meses”, explicó el primer ministro del país, Scott Morrison, quién adelantó con preocupación que la crisis podría durar meses.
La primera ministra Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, declaró estado de emergencia durante siete días a partir del viernes, una medida que da más control y poder al comisionado del Departamento de Bomberos Rurales.
Es la tercera vez que las autoridades declaran una emergencia en los dos últimos meses. No se recurría a esta declaración desde 2013.
“No tomamos estas decisiones a la ligera, pero también queremos asegurarnos de que estamos tomando todas las precauciones posibles para estar preparados para lo que podría ser una jornada horrible el sábado”, apuntó Berejiklian.
La ayuda internacional ya se ha hecho notar, este jueves un contingente de bomberos de Estados Unidos y Canadá llegó a Melbournepara colaborar en los trabajos de extinción.