Los Ángeles – California.- En lo que va de octubre, el estado de California, al suroeste de Estados Unidos, ha tenido que hacerle frente a las peores oleadas de incendios forestales de los últimos años.
Además de consumir hectáreas de bosques, las llamas han puesto en riesgo la vida de miles de personas. De hecho, uno de los focos más recientes, surgido al oeste de la carretera interestatal 405, en la ciudad de Los Ángeles, puso en peligro a más de 3.000 hogares.
De momento, las autoridades locales han evacuado a 180.000 habitantes. Por su parte, empresas que administran el servicio de energía eléctrica han efectuado apagones programados que, en conjunto, han afectado a cerca de un millón de californianos.
Tal es el caso de Pacific Gas & Electric (PG&E), una compañía que ejecutó cortes controlados, al norte del estado, para evitar que eventuales caídas del tendido por el que circula la electricidad ocasionaran nuevos incendios.
Hacia la primera quincena del presenta mes, los expertos estimaban que las pérdidas económicas ocasionadas por esas interrupciones programadas se acercaban a los 2.000 millones de dólares.
