Houston – Estados Unidos.- La noche del jueves se llevó a cabo el tercer debate demócrata de cara a las elecciones presidenciales del año 2020, en el encuentro, diez de los 20 precandidatos buscaron anotar puntos y acaparar la atención para ganar la candidatura por el partido demócrata.
Los principales temas que entraron en discusión, fue la salud en Estados Unidos, la educación, la inmigración, las armas, la “amenaza” de Trump a la democracia y la profunda crisis en Venezuela.
En el encuentro realizado en la Southern Texas University, los tres principales candidatos: el exvicepresidente Joe Biden, el senador Bernie Sanders y la senadora Elizabeth Warren, fueron colocados en el centro del escenario y uno alado del otro.
Los moderadores del debate, fueron George Stephanopoulos, David Muir y Linsey Davis de ABC; y Jorge Ramos de Univisión.
Jugar como local y no de visitante, fue una ventaja para O’Rourke y para Castro, en este tercer debate ambos tuvieron más protagonismo y apoyo. Seguidores de los precandidatos se congregaron a las afueras de la universidad para apoyarlos.
Pero, aunque ambos destacaron, la sensación generalizada que quedó entre la audiencia fue que O’Rourke salió mejor parado que Castro. El exrepresentante de Texas, quien fue aplaudido incluso por sus propios contrincantes durante el debate por su respuesta a los ataques en su ciudad natal, mejoró su desempeño respecto a dos debates anteriores.
Democracia en Estados Unidos
Con la frase “Houston, tenemos un problema”, la senadora Amy Klobuchar, inició su intervención. La precandidata aseguró que la democracia estadounidense está enfrentando una crisis existencial con la presencia de Donald Trump,en la Casa Blanca, y que es necesario sacarlo del poder por el bien de Estados Unidos.
El resto de los demócratas, acompañaron la posición de Klobuchar, asegurando que las políticas puestas en práctica por Trump desde 2017, representanta grandes peligros.
“Se trata de definir quiénes somos como país”, aseguró el senador Cory Booker.
Todos los precandidatos coincidieron en que las elecciones del 2020 no son un referéndum sobre Trump.
Crisis en Venezuela
Como era de esperarse y debido a la connotación del tema, la crisis en Venezuela también entró en el debate de los demócratas. Sanders aseguró que la “cooperación regional para tener elecciones libres en Venezuela, es necesaria”.
Sobre el tema, los precandidatos demócratas Kamala Harris de California, Cory Booker de Nueva Jersey, Amy Klobuchar de Minnesota, Pete Buttigieg de Indiana, el exsecretario de Vivienda de Estados Unidos, Julián Castro, el excongresista de Texas Beto O’Rourke y el empresario Andrew Yang, también expresaron sus puntos de vista.
Julián Castro, se unió al grupo de los que calificó a Maduro como dictador.
“Llamaré dictador a Maduro porque él es un dictador”, expresó.
Señaló también que habrá que asegurar junto a países aliados “que el pueblo venezolano reciba la asistencia que necesita, que sigamos presionando a Venezuela para que tenga elecciones libres y justas”.
Una propuesta más profunda, fue presentada por Biden, quien dijo que Estados Unidos debería “permitir que las personas de Venezuela vengan al país”. Recordó que hasta ahora el gobierno de Donald Trump, ha negado el estatus de protección temporal (TPS) a los venezolanos.
Sobre la propuesta de protección, Castro fue directo, “Eso es algo que la administración Trump no ha podido hacer, a pesar de su gran discurso sobre el apoyo a la comunidad venezolana estadounidense, ha fallado. No lo haré”.
Inmigración
Un cuestionamiento inicial a Biden, abrió el debate con relación a la inmigración, un tema vital en la política actual de Estados Unidos. Biden durante el debate fue visto como responsable de las deportaciones masivas realizadas durante el gobierno de Barack Obama, pues recordaron que el precandidato formó parte de dicha administración.
Biden, no tardó en rechazar las preguntas sobre el historial de deportaciones durante el gobierno de Obama. Lejos de responder si las deportaciones fueron un error, aludió al apoyo que Obama dio a los “soñadores”.
Castro fue sobre Biden: “Él quiere tomar el crédito por el trabajo de Obama, pero no quiere responder ninguna pregunta”.
La política migratoria de Donald Trump también fue criticada: “Trump tiene un corazón negro cuando se trata de inmigración”, dijo Castro.
Warren, por su lado, fue directo a los “soñadores”: “Quiero tener un sistema que de camino a la ciudadanía a los dreamers”, afirmó.
Salud
Otro de los temas de la noche, sin duda fue la salud y el cuidado médico en Estados Unidos, el primer bloque del debate se centró precisamente en ello.
Con la frase “Estoy por Barack”, Biden dejó claro que apoya la ley de seguro médico impulsada por el expresidente Barack Obama, conocido popularmente como Obamacare.
Warren, también mostró su inclinación a la línea tomada por el expresidente Obama, aunque criticó que Obamacare no fue lo suficientemente lejos.
“Todos tenemos una gran deuda con el presidente Obama (…) Ahora la pregunta es cómo podemos mejorarlo”, señaló Warren.
Por su parte, el senador Sanders defendió su plan Medicare para Todos. Dijo que este costaría menos que las actualizaciones para Obamacare.
Aludiendo al tema de la atención de salud, el precandidato Cory Booker hizo un llamado a todos: “Este debe ser un momento en que los demócratas (…) necesitan encontrar un punto en común”.
Violencia y Armas
Los precandidatos demócratas se extendieron en este tema. Recordaron la reciente masacre en El Paso, Texas: “Si un arma fue diseñada para matar una persona [AR15] deberíamos quitársela a quienes la porten. Les quitaremos sus AR15”, dijo O’Rourke.
O’Rourke abandonó la campaña el mes pasado para regresar a su ciudad natal de El Paso, después de que un hombre armado abrió fuego contra un Walmart y mató a 22 personas. Desde entonces ha buscado revitalizar su campaña enfocado en su plan contra la violencia armada.
A juicio de Warren, el gobierno estadounidense no ha solucionado el problema de las armas por “simple y pura corrupción”.