Londres – Inglaterra.- Julian Assange no se da por vencido. A 24 horas de que una corte británica lo condenara a 50 semanas de prisión, por haber violado la libertad bajo fianza que se le concedió en 2010, el periodista australiano negó estar dispuesto a permitir que Reino Unido lo extradite, con total facilidad, a Estados Unidos.
“No quiero rendirme para la extradición”, dijo Assange desde su prisión en Belmarsh, a través de una videoconferencia en la que conversó con el juez Michael Snows. “Lo que he hecho es periodismo”, agregó el fundador del portal web WikiLeaks.
En 2010 ese “site” publicó miles de documentos clasificados, que contenían información sobre las guerras de Estados Unidos en Irak y Afganistán. También reveló cables diplomáticos del Departamento de Estado e informes sobre la prisión estadounidense en Guantánamo.
Por todo ello, Washington acusa a Julian Assange de haber conspirado y le ha imputado el delito de “intrusión informática”, una falta que quebranta la Ley de Espionaje aprobada por el Congreso estadounidense en 1970. De ser hallado culpable, el periodista australiano podría enfrentar, incluso, la pena de muerte.
