jueves, diciembre 26, 2024

Más de 800 los muertos en Indonesia

Las autoridades indonesias elevaron este lunes a 844 la cifra de muertos por sismos y el tsunami que estremecieron a las islas Célebes el viernes pasado, pero advirtieron de que creen que todavía hay «cientos de víctimas» enterradas.

El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, señaló en una rueda de prensa en Yakarta que creen que el número de muertos aún subirá más porque hay «cientos de víctimas» enterradas bajo el barro en Petobo, un área de Palu, la capital de la provincia de Célebes Central.

El primer terremoto fue de intensidad 6.1 y tres horas después ocurrió otro de 7.5 seguido de un tsunami que causó la mayoría de las víctimas.

De los 844 muertos, 821 fallecieron en Palu, 12 en Parigi Moutong y 11 en el distrito de Danggala, según los datos oficiales.

La lista se completa con 90 desaparecidos, 632 heridos ingresados en distintos hospitales y 48,025 personas atendidas en 103 centros de acogida.

Sutopo elevó a 114 el número de extranjeros -respecto a la cifra de 71 ofrecida el domingo-que se encontraban en esa región cuando comenzó la catástrofe. Hay tres franceses, un surcoreano y un malasio en paradero desconocido.

La ayuda logística, escoltada por soldados, ha comenzado a distribuirse entre los damnificados y que el restablecimiento del servicio eléctrico continúa siendo una prioridad.

La llegada de equipo pesado a Palu, la capital de la provincia de Célebes Central y la ciudad más afectada, contribuirá a agilizar las tareas de rescate entre los edificios derrumbados.

Ayuda internacional urgente

La dimensión de la tragedia es de tal magnidtud que el gobierno indonesio hizo este lunes un llamado a ayuda internacional.

El presidente indonesio, Joko Widodo, «nos autorizó a aceptar ayuda internacional de urgencia para responder al desastre«, declaró Tom Lembong, un responsable gubernamental, mientras que decenas de agencias humanitarias y de organizaciones afirmaron su voluntad de asistir al país.

Este domingo, el presidente Widodo llegó a Palu vestido con uniforme militar de faena para reunirse con las autoridades y visitar hospitales y la playa de Talise, donde el tsunami se llevó a su paso las estructuras y vehículos de la costa y llegó hasta una mezquita, ya dañada por el terremoto, entre los gritos de los residentes.

«Carreteras cortadas, no es posible utilizar toda la pista de aterrizaje del aeropuerto, la electricidad está medio muerta y hay escasez de carburante. Espero que la población sea paciente. Estamos trabajando en esto juntos», escribió Widodo en su cuenta de Twitter.

La Fuerza Aérea indonesia tenía preparados para enviar a Palu doce aviones Hércules, cuatro Boeing 737, cinco aviones CN 295, dos aviones CN 235 y varios helicópteros, además de cien miembros de unidades especiales.

El Ministerio de Sanidad se encarga de abastecer personal y material médico a una zona donde hacen falta especialistas en ortopedia, cirujanos generales, neurocirujanos, anestesistas y enfermeras.

La seguridad es otro problema por los robos en comercios y viviendas dañados o los presos que se han evadido de un presidio en Donggala aprovechando los daños causados por los terremotos y que superan más la mitad de los 560 reclusos que custodiaba la cárcel.

En busca de sobrevivientes en el hotel Roa Roa

Los cadáveres cubiertos con lonas de color azul y amarillo, se encontraban tendidos en las calles de Palu, mientras los rescatistas excavaban entre los escombros con la esperanza de encontrar a sobrevivientes. Hubo un enfoque particular en el hotel Roa Roa, en donde el sábado se escuchaban gritos de auxilio entre los escombros.

Los gritos de los escombros del hotel de ocho pisos parecían haberse silenciado la tarde del domingo. Las autoridades calculan que podría haber unas 50 personas en el lugar.

Los equipos de rescate empezaron el domingo a sacar sobrevivientes de entre los escombros de este establecimiento hotelero, una operación que no pudo abordarse antes por la falta de maquinaria pesada.

“Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo. El tiempo es tan importante para salvar vidas”, dijo Muhammad Syaugi, jefe del equipo nacional de búsqueda y rescate. “La maquinaria pesada viene en camino”.

Se trata del desastre natural más reciente en azotar Indonesia, que sufre de temblores, erupciones volcánicas y tsunamis con frecuencia debido a su ubicación en el “Anillo de Fuego”, un arco de volcanes y fallas sísmicas en la Cuenca del Pacífico.

En diciembre de 2004, un potente terremoto de magnitud 9.1 frente a la isla de Sumatra al oeste de Indonesia, desencadenó un tsunami que cobró la vida de 230,000 personas en una docena de países. El mes pasado, un potente temblor en la isla de Lombok mató a 505 personas.

«Arrasó con todo a su paso»: un devastador tsunami y dos terremotos dejan más de 820 muertos en Indonesia

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