Ciudad de México.- Cuando dio inicio el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en 2012, hubo un cambio de estrategia en el combate al crimen organizado. A pesar de ello, la ola de violencia sigue dejando un río de sangre que se extiende por todo el país.
A diferencia del expresidente Felipe Calderón, quien inició una guerra frontal contra el narco, Peña Nieto decidió acabar con los líderes de los cárteles del narcotráfico, de los cuales ha capturado a más de 100, de los 129 marcados, entre ellos Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y Servando Gómez ‘La Tuta’.
A pesar de ser estrategias diferentes, los resultados de violencia son similares. En cuatro años de gobierno de Peña Nieto se registraron 63,816 homicidios, una cifra muy cercana a la que hubo en ese lapso de tiempo con el expresidente Calderón, donde se reportaron 68,433 muertes violentas.
La Policía Federal ha detallado que ante la falta líderes, los grupos criminales se han atomizado. En ese tenor, Alejandro Hope, quien ha estudiado la estrategia contra el crimen organizado, explica a Univision Noticias que los cárteles dejaron de existir como grandes agrupaciones a finales del gobierno de Felipe Calderón.
«Ahora son pequeñas agrupaciones que ya no disputan territorios enteros, sino pequeñas zonas», refire Hope, clarando que son pocos los grupos que tiene control totalitario en algunos estados.
Para combatir a esos grupos criminales, Peña Nieto movilizó a 52,000 militares y 16,000 marinos en 2016. En el sexenio de Calderón más de 100,00 efectivos estuvieron en las calles en la lucha contra los cárteles, según información obtenida por Univision Noticias vía transparencia.
Datos del Centro de Investigación y Desarrollo Económicos (CIDE) refieren que con la estrategia de Calderón, los cárteles y células criminales crecieron más de un 900%. Al principio de la «guerra contra el narco» había siete grandes carteles y 19 agrupaciones delictivas más pequeñas, y al final de su gobierno había siete carteles y 200 agrupaciones delictivas.
Con Peña Nieto, en el país operan al menos nueve cárteles (debilitados) por medio de 37 células delictivas, según datos de la Procuraduría General de la República publicados en 2016.