Nueva Zelandia .- Esconder kilos de cocaína en una cabeza de caballo cubierta de diamantes quizá no fue una buena elección por parte de los traficantes.
La figura que llamaba la atención sorprendió aún más a los funcionarios de aduanas de Nueva Zelandia cuando e dieron cuenta lo que había adentro: 10 millones de dólares en cocaína de alto grado.
La escultura del caballo enjoyada, con un peso de 400 kilogramos, fue detectada por funcionarios de aduanas después de que fue enviado a Nueva Zelandia desde México en mayo de este año.
Ocultos en el cuello del caballo había 35 ladrillos de Clase A de cocaína.
Este viernes, la policía capturó a dos sospechosos que intentan tomar un vuelo en la tarde-noche hacia Hawai del aeropuerto internacional de Auckland. El tercer sospechoso fue detenido en Christchurch la mañana siguiente.
Los investigadores están buscando a un cuarto hombre, de quien se ha dicho que tiene un acento que suena como español. El hombre fue captado en la cámara de seguridad saliendo de un hotel y luego de nuevo fuera de una tienda de deportes en el centro de Auckland, este viernes por la tarde.
«Si es usted, si usted vio a este hombre o sabe algo de él, por favor ponerse en contacto. Estamos investigando la incautación más grande de cocaína en este país y esta es una línea de investigación que necesita ser estudiada tan pronto como sea posible», dijo el detective sargento mayor Colin Parmenter, oficial a cargo de la unidad de crimen organizado de Nueva Zelanda.
La enorme incautación de cocaína fue una sorpresa para la policía de Nueva Zelandia.
«Esto es obviamente una cantidad extremadamente grande de cocaína, y en el pasado sólo hemos encontrado cantidades muy pequeñas de esta droga. Antes de esto, la cantidad media de cocaína incautada por la policía cada año fue de alrededor de 250 gramos», dijo Parmenter.
El gran hallazgo parece sugerir que la demanda de drogas de Nueva Zelandia es mucho mayor de lo esperado, dijo.
Aunque no se ha descartado que la cabeza de caballo y su contenido ilegal estaba destinado a otro país, Parmenter dijo que sería un error suponer eso.
«Hay muchas posibilidades de que la cocaína estuviera destinada para el mercado de Nueva Zelandia y sería ingenuo pensar lo contrario».