Para las próximas elecciones del 4 de noviembre 2025 y elegir a las autoridades de Charlotte, los demócratas seguirían teniendo mayoría en esta ciudad, misma que sigue siendo una de las más importantes ciudades sureñas de la costa este de los Estados Unidos, con una población hispana en Carolina del Norte, de 1’118.596. La población de hispanos en el condado Mecklenburg es de 169.922 y, Charlotte con 49,568 votantes hispanos registrados, pero que solo votaron 30,000 en las últimas elecciones (Censo 2024).
Los hispanos, últimamente, han marcado un ausentismo dentro del proceso electoral, lo que significa una apatía, por no estar involucrados con una participación ciudadana, para conocer de los problemas de sus comunidades; y, porque, además, las candidaturas no se identifican antes con ellos sino en tiempo de campañas.
A la ciudad de Charlotte, se la ubica con mayoría demócrata, que la define como tal en las últimas elecciones de este partido político, que ha permitido que la actual alcaldesa Vi Lyles, haya sido elegida en 2017, a raíz del último periodo de Jennifer Roberts, que fue en 2015-2017,y que Lyles, consigue en noviembre 2017, elegirse por primera vez, para posteriormente, ser reelegida por tres periodos más; es decir, Lyles, llegaría hasta 2025, con cuatro periodos consecutivos como alcaldesa de Charlotte y, buscando nuevamente reelegirse para un 5to, mandato en la próximas elecciones de noviembre 2025.
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Lyles, con un perfil mediano en liderazgo, ha podido destacar una inversión en materia habitacional, promoviendo el Plan Integral 2040, así como mejorando la transportación pública para los habitantes de Charlotte y sus alrededores. Así mismo, un mediano apoyo hacia los negocios pequeños, pero dirigido más hacia el rango angloamericano y no así para aquellos de la mayoría en las minorías que la lidera la hispanidad.
Sin embargo, no todo puede considerársele un éxito en sus consecutivos cercanos cuatro años de su administración, porque no se ha hecho casi nada por un aumento al personal del departamento policial que tiene que tener Charlotte/Mecklenburg Police Department(CMPD), el cual tiene un cuadro asfixiante ante su reducido número de oficiales, frente al auge delictivo que ha crecido y crece cada día dentro del mapa de control ciudadano, que con escasos 1800 oficiales resulta imposible atender las necesidades de la ciudadanía en seguridad pública.
La comunidad está conscientes de la belleza en el ornato de Charlotte, que no sería tema analítico en estos momentos; pero es imprescindible atender otras áreas vacías que se ubican hacia el sureste de la ciudad, más allá del Camp North End, en la North Graham Street; así como se está presenciando con la expansión de esta gigante área comercial y habitacional de South Tryon, desde el comienzo del Up Town, que luce una aplaudida modernización, que faltaría completarla.
Las próximas elecciones en noviembre 2025, están visualizadas hacia atender el Plan 2040 de la Ciudad Reina de Charlotte, que tiene que obtener resultados óptimos hacia todas y cada una de las comunidades que son residentes en esta ciudad; porque ya no estamos hablando que Charlotte, es una ciudad más de la costa este de Estados Unidos, sino de su desarrollo económico y su rápido crecimiento poblacional.
Tenemos que entender que se está diseñando hacia el futuro un modelo de ciudad en lo social, económico, cultural y político de los habitantes de Charlotte. En eso consiste a que haya un mérito para hablar de una nueva elección o reelección para administrar nuestra ciudad, que no solo le corresponde a sus autoridades para servir a la ciudadanía que los elige, sino al pueblo que controla las decisiones de la Alcaldía, con concejales no improvisados sino con absoluta capacidad, responsabilidad y honestidad.
La pregunta que nos debemos hacer para estas próximas elecciones, es saber si amerita o no una nueva reelección de la alcaldesa de Charlotte Vy Lyles?,y que, por lógica electoral, la definen los ciudadanos en las urnas este noviembre 2025; pero en esa cita cívica y democrática, no debe dejar de analizarse el comportamiento que ha tenido la alcaldesa Lyles, con la comunidad hispana/latina residente en Charlotte/Mecklenburg; especialmente, en el bajo acercamiento presencial con esta importante comunidad y, que dicho sea de paso, ha recibido votación de hispanos en cuatro mandatos consecutivos ,que merece considerablemente tomarse en cuenta su votación; si aspira un quinto periodo, para continuar la ruta que dejó Patrick McCrory, el alcalde republicano que terminó 14 años en su cargo, pero que en el caso de Vy Lyles, no sabemos que si esa sería su percepción. A