Carolina del Norte-Estados Unidos.- Una enfermera de Novant Health acompañó a uno de sus pacientes enfermo de COVID-19 hasta su muerte y luego llevó consuelo a familiares y amigos.
La trabajadora de la salud, Cassie Brault, relató que se dio cuenta lo mal que estaba McArthur Mackey, quien estaba solo en la habitación y pensó en sostener su mano. “Tengo que sostener la mano de este hombre, tengo que hacerlo”, dijo.
Brault indicó que la muerte es tan difícil que la golpea cada vez que sucede con alguno de sus pacientes. Explicó que en el caso de McArthur Mackey fue diferente porque lo único que podía ofrecerle a su familia fue una videollamado.
Wayne Winfield, hijo de McArthur agradeció a Brault el trabajo que realizó con su padre. «Hiciste lo mejor que pudiste hacer por mi padre y te aprecio», expresó Winfield.
Winfield narró que su padre era muy activo, salía a caminar cuatro o cinco millas por la mañana. Iba a los bolos todos los miércoles, pescaba cada vez que podía. “Fue devastador”, consideró al instar a otros a tomar en serio el COVID-19.
