Washington – Estados Unidos.- Tras haber luchado durante dos meses contra el coronavirus, desde la Casa Blanca se encuentran afinando una nueva tarea de interés nacional, que será asumida por el presidente Donald Trump; según asistentes, luchar para recuperar la economía de Estados Unidos que ha quedado tan golpeada por la pandemia, será el nuevo enfoque que asumirá el mandatario.
Trump. quien diariamente participaba en las sesiones informativas diarias del grupo de trabajo para combatir el coronavirus, podría pasar en las próximas horas a un terreno más seguro y relacionado en gran escala a la economía, él mismo ya ha rechazado que sea de gran utilidad su participación en las sesiones del grupo.
Según encuestas realizadas recientemente por el Partido Republicano la reelección de Trump para la presidencia de Estados Unidos estaría dependiendo ahora mismo de su actuar y su rapidez por minimizar los impactos económicos que se presentaron tras el cierre de los estados producto del virus.
Desde la administración Trump ya se emanó la orden de flexibilizar los cierres por estado, el próximo paso será ayudar verdaderamente a las empresas y los empleados. Los asistentes de Trump dijeron que el presidente mantendría mesas redondas más frecuentes con los CEO, dueños de negocios y beneficiarios de los billones de dólares en ayuda federal ya aprobados por el Congreso, y comenzaría a describir lo que espera ver en un futuro paquete de recuperación.
Como muestra simbólica de que la nación comienza a reabrir, asistentes indicarón que en las próximas semanas se podría estar activando un plan de viaje con horario limitado.
Pese a que Trump ya ha decidido redirigir su lucha, los médicos advierten que el virus permanecerá hasta que se desarrolle al menos una vacuna y que el riesgo de una segunda ola severa es alto si el distanciamiento social se relaja demasiado rápido.
En otro punto de interés, funcionarios de la administración de Trump también indicaron que el mandatario estudia el reemplazo del Secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, quien dirigió el grupo de trabajo sobre coronavirus durante sus primeras semanas y se le culpó por una cultura de luchas internas burocráticas durante ese período. Azar ha estado en gran medida marginado desde que el vicepresidente Mike Pence se hizo cargo de la fuerza de tarea a fines de febrero.