Kansas City – Estados Unidos.- Miles de fanáticos celebraron con los jugadores de Kansas City Chiefs el título del Super Bowl que había sido esquivo durante 50 años, a pesar de los vientos helados que debieron soportar y un momento de caos por una persecución policial.
La celebración era única. La mayoría de los fanáticos no sabía qué era celebrar un campeonato de la NFL. En un tramo de 3,2 kilómetros se aglomeraron para ver pasar en un desfile a los protagonistas de la hazaña, encabezados por el entrenador en jefe, Andy Reid, y el mariscal de campo, Patrick Mahomes, que resultó el más valioso del Super Bowl LIV disputado en el pasado domingo en Miami.
“El próximo año regresaremos aquí”, pronosticó Reid desde una tarima y agradeció a los fanáticos por el gran apoyo demostrado durante la temporada.
Mahomes, el favorito del público, dijo que tenía dos metas este año. Traer a Kansas City los trofeos Lamar Hunt, por el campeonato de la Conferencia Americana, y “Lombardi para dedicárselo al mejor entrenador de todos los tiempos, Andy Reid”.
Durante el recorrido varios jugadores descendieron del autobús para compartir y chocar las manos con los seguidores.
Un momento de tensión se vivió durante la celebración cuando un vehículo rebasó una barrera y siguió la ruta del desfile. La policía tuvo que intervenir y boquear al intruso. El conductor y otra persona resultaron arrestadas.
No está clara motivación del conductor de alterar el orden público, pero la policía dijo que no encontró armas ni había indicios de actividad terrorista.
