Río de Janeiro – Brasil.- El club brasileño Operario de Varzea Grande desistió de fichar a Bruno Fernandes por las presiones de fanáticos y la amenaza de perder patrocinios, en caso de incorporar al portero que cumple un régimen semiabierto dentro de una condena de 20 años de cárcel por el asesinato de su exnovia.
Los directivos del club anunciaron el fin de las negociaciones después de escuchar cientos de manifestaciones públicas que repudiaban la presencia del portero en el equipo.
También dos grandes patrocinadores de la liga dijeron que no respaldarían a Operario de Varzea Grande en caso de sumar a Fernandes, excapitán del Flamengo.
“Fue una presión muy grande y dos patrocinadores terminaron desistiendo. Sin dinero uno no consigue hacer fútbol. Tuvimos que desistir y agradecemos el apoyo de parte de los hinchas que habían apoyado nuestra contratación”, declaró a la edición digital de la revista Época el supervisor del club, André Xela.
Fernandes fue detenido en 2010, cuando su desempeño hacía indicar que llegaría a la selección brasileña, por el homicidio de Eliza Samúdio, con quien tuvo un hijo que no había reconocido.
Tres años después fue sentenciado a 20 años de prisión. Samúdio pedía al jugador una pensión para su hijo. Su cuerpo nunca apareció.
El portero debutó en profesional con Atlético Mineiro y también jugó con Corinthians, pero su éxito llegó con Flamengo donde ganó la Liga brasileña en 2009 y tres campeonatos cariocas, ejerciendo como capitán en casi todos los partidos.