La Paz – Bolivia.- Por denuncias de “sedición, terrorismo y financiamiento al terrorismo” realizadas en contra del expresidente de Bolivia, Evo Morales, el Ministerio Público de ese país a través de la Fiscalía departamental de La Paz, emitió una orden aprehensión sobre Morales.
La información fue ofrecida por el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, quién explicó que la orden insta a policías y funcionarios públicos a que aprehendan y conduzcan a Morales ante la Fiscalía Anticorrupción de La Paz para prestar declaración por la presunta comisión de esos delitos.
El dirigente cocalero que gobernó Bolivia por casi 14 años y que actualmente se encuentra en calidad de refugiado en Argentina, aseguró que es una “orden de aprehensión injusta, ilegal e inconstitucional”.
“No me asusta. Desde 1989 todos los presidentes hasta el 2005 me procesaron de terrorismo, sedición, hasta de narcotraficante, hasta de asesino. Les he ganado todos los procesos. Pero mientras tenga vida y el destino me acompañe voy a seguir en la lucha política por una Bolivia digna, soberana porque trabajamos y luchamos por los más humildes. Ese es nuestro pecado. Ese es nuestro delito.”
Evo Morales, que tras un fraude electoral fue destituido de su cargo como presidente de Bolivia, ha defendido su inocencia ante cualquier señalamiento, negando haber cometido delitos durante sus mandatos.
Mientras tanto, Alberto Fernández, el nuevo presidente de Argentina, informó que no aceptará el pedido de detención contra Evo Morales y ordenó aumentar su custodia policial.
Tras la orden del Ministerio Público de Bolivia, Fernández se comunicó con Morales para darle su pleno apoyo y asegurarle que el Gobierno argentino protegerá su integridad física e impedirá que sea entregado a las autoridades judiciales de Bolivia y a la presidente interina de ese país, Jeanine Áñez.
“Vamos a proteger a Evo Morales porque corresponde hacerlo en su calidad de refugiado político y porque todo el pedido de detención es una farsa”, habría manifestado Alberto Fernández según una fuente del Gobierno.