Managua – Nicaragua.- Diez madres de presos políticos en Nicaragua iniciaron una huelga de hambre a la que se sumó una líder opositora, para que exigir la liberación de sus hijos antes de Navidad.
“Lo hacemos como una manera de presión para ver si el dictador (el presidente Daniel Ortega) se conmueve y nos entrega a nuestros hijos’, dijo la manifestante Diana Lacayo.
Pero, la protesta que lleva 24 horas no ha hecho ceder al régimen, que por el contrario detuvo a 13 miembros de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco, que llevaban ayuda humanitaria a las huelguistas, según denunció la organización.
Unidad Nacional Azul y Blanco pidió en comunicado la liberación inmediata de los detenidos, así como la de otros 130 presos políticos que están tras las rejas.
Desde 2008 una serie de protestas contra el gobierno de Ortega terminó con una fuerte represión, más de 300 muertos, cientos de encarcelados y miles en el exilio.
Las madres están en huelga en la parroquia San Miguel, un símbolo del bastión opositor por el apoyo que brindó la Iglesia Católica.
“Esta iglesia siempre abre sus puertas para todos los que necesitan, ellas se han citado para tener un tiempo de oración y una huelga de hambre, estoy abriendo las puertas a los que pueda ayudar’, dijo el padre Edwin Román.