Venecia – Italia.- “El mal tiempo no quiere darnos una tregua”, asegura la joven estudiante Irene Natale, una de las miles de personas afectadas por las mayores inundaciones en Venecia, Italia, desde hace décadas.
Las botas de agua son parte de su vestimenta diaria. Ahora debe buscar otro sitio donde vivir. “Hemos perdido todo el parqué del apartamento, muebles y algunos libros. No he terminado de secarlo todo. Es un desastre y lo peor es que no acaba”, dijo Natale al diario El País.
Ella sigue las alertas sobre el nivel del agua a través de un app, pero la población de mayor edad está acostumbrada a las notificaciones del sonido de las sirenas del Centro de Previsión de Mareas.
Hay que tener el oído afinado para distinguir cuando la alarma suena en si (marea de un metro) o en do (mínimo 140 centímetros).
El poder del agua ha inundado la basílica de San Marcos y la plaza de San Marcos entre otros lugares importantes de la ciudad turística. “Los daños en el patrimonio son muy graves”, señala Emanuela Carpani, superintendente de los Bienes Culturales de Venecia.
Las autoridades han pedido a los ciudadanos tomar sus previsiones. Al menos hasta el domingo la marea seguirá alta.