Quito – Ecuador.- Las medidas migratorias asumidas por el gobierno de Ecuador, con la intención de frenar y controlar la masiva llegada a ese país de migrantes venezolanos, ha llevado a las personas procedentes de la República Bolivariana a abrirse paso, a través de rutas ilegales y peligrosas.
Desde el comienzo de la crisis política, económica y humanitaria que ha sido creada por la dictadura de Nicolás Maduro, distintas naciones del Continente Americano han recibido a 3.5 millones de venezolanos. De ese total, Ecuador acoge a unos 263 mil.
Con la intención de mantener tal cifra a raya, el Ejecutivo que encabeza el presidente Lenín Moreno ordenó, el pasado 26 de agosto, la implementación de una visa humanitaria. El documento representa un requisito obligatorio para los cientos de venezolanos que intentan cruzar desde Colombia hacia territorio ecuatoriano, a través del puente de Rumichaca.
En ese paso internacional hay cerca de 600 personas que no poseen el visado. Represados y ante la posibilidad de fracasar, varias se han lanzado a las aguas del río Guáitara, un afluente con relativa profundidad y de corriente fuerte.
Pese a que cruzar el Guáitara representa una osadía, muchos venezolanos logran hacerlo para luego caminar o pedir un aventón hasta Tulcán, una ciudad que se ubica a cinco minutos de Rumichaca. Una vez allí, los migrantes continúan su ruta hacia Quito. Otros van hasta destinos más lejanos como Perú o Chile.
