Un hombre de 26 años, identificado como Frantinus Nirigi, le dijo a un asistente de vuelo, presuntamente en broma, que había una bomba en el vuelo de la compañía Lion Air que se disponía a despegar de Pontianak hacia Yakarta (Indonesia) con 189 pasajeros.
Se produjo entonces una situación de terror y caos que llevó a decenas de personas a salir del avión a través de una puerta de emergencia que otro pasajero forzó. Amontonados en el ala derecha del Boeing 737, algunos decidieron deslizarse por el motor o saltar directamente a la pista.
Al menos ocho resultaron heridos con golpes en la cabeza y huesos rotos, y otros dos con lesiones leves, según informó un portavoz policial, Nanang Purnomo, a la agencia de noticias Associated Press.
En el avión no se hallaron explosivos.