Florida – Mientras el cohete más potente del mundo Falcon Heavy, de la compañía Space X, sigue su viaje después de su despegue desde Cabo Cañaveral, ha llegado una de las imágenes más esperadas de la misión, el Tesla Roadsterde Elon Musk, que dirige la compañía automovilística y a la vez preside Space X, con la imagen de la Tierra detrás.
El descapotable rojo no viaja solo en la parte superior del cohete, lo hace junto a un muñeco llamado Starman, en homenaje a David Bowie, sentado en el asiento del conductor, y que también aparece en la fotografía.
La imagen fue captada por una cámara que la empresa Space X situó en el coche y su llegada a las pantallas del centro de control fue ampliamente aplaudida por los miembros del equipo.
Sin duda, la inclusión del Tesla en esta misión parece una acción publicitaria de primer orden tanto para Elon Musk como para Space X, pero responde también a la necesidad de enviar, en un primer viaje de un cohete, una carga con poco valor, aunque normalmente se opta por maquetas de satélites.
En esta ocasión, no obstante, Musk prefirió enviar de paquete uno de sus propios vehículos, que podrá presumir de ser el primero en alejarse hasta 450 millones de kilómetros de la Tierra y entrar en una órbita cíclica entre la Tierra y Marte, además de ir a una velocidad de 11 kilómetros por segundo que le permitirá llegar a la órbita de Marte en unos seis meses.
Uno de los retos de esta misión de prueba era lograr el aterrizaje de los tres cohetes aceleradores de los que consta el Falcon Heavy, para ser reutilizados en futuras misiones. Dos de los cohetes regresaron pero hasta ahora se desconoce qué pasó con el tercero, el que propulsó la cápsula donde iba el ya famoso automóvil.
Aunque el lanzamiento del Falcon Heavy ha sido uno de los eventos espaciales más esperadas desde las misiones Apolo en la década de los años 60 y los 70, Musk aseguró que este es solo un paso previo a un cohete todavía más potente, el BFR (Big Falcon Rocket), que la empresa aeroespacial prevé tener listo en cinco años y con el que está confiado en llevar humanos a Marte.
Lo que sí permitirá la potencia y capacidad de carga del Falcon Heavy, solo superada por el cohete Saturno V, lanzado por última vez en 1973 y que formó parte de las misiones Apolo, será llevar al espacio satélites más pesados que los actuales.
Además, su propósito es llevar robots de dimensiones mayores a Marte e incluso a planetas más lejanos, como Júpiter o Saturno, y a sus respectivas lunas. La capacidad de carga de este gigantesco cohete, de 70 metros de altura, varía de las 64 toneladas si el destino es la órbita de la Tierra a las 17 toneladas si el objetivo es Marte.
Cada misión tiene un coste de 90 millones de dólares. Según la compañía, la nave puede llevar hasta dos veces más carga que el modelo que más se le parece, el Delta IV Heavy, del fabricante United Launch Alliance, pero su coste es una tercera parte del de la competencia. Tras el lanzamiento, el presidente de SpaceX, Elon Musk, informó en su cuenta de Twitter de que el cohete iba a permanecer cinco horas en los cinturones de Van Allen y no detalló si la parte central de la aeronave, que tenía que aterrizar sobre un portaaviones en el Océano Atlántico, aterrizó o no con éxito.