Ciudad de México.- Gerardo Ortiz aparentemente sufre en el video que filmó para su canción Fuiste Mía. Hace muecas, aprieta los ojos como señal de dolor porque su mujer tiene una amante y en señal de venganza aprieta un gatillo contra el hombre y luego contra ella para luego prenderles fuego en una secuencia de escenas que hoy lo tienen a un paso de la cárcel.
La fiscalía de Jalisco, donde se grabó el video, anunció en las últimas horas que está en búsqueda del cantante para arrestarlo luego de que un juez acreditó que con la exhibición de la filmación se cometió “apología del delito”; es decir que aplaude, aprueba y publicita la violencia contra las mujeres, describió Eduardo Almaguer, titular de la entidad de justicia local.
“La pena es de hasta seis años de prisión”, precisó.
Hasta el momento se desconoce el paradero de Ortiz, quien tampoco se ha pronunciado al respecto. En una conferencia de prensa realizada en abril pasado se dijo extrañado porque grupos de feministas se quejaron del video. “Hay muchas series, películas, novelas (similares a su canción, donde se muestran armas y cometen asesinatos) y la gente decide si la quiere ver”.
La violencia feminicida es uno de los temas más preocupantes en el país, explicaron activistas en la página de peticiones www. change.org, dond solicitaron a Youtube que retiraran el video oficial.
La red social lo eliminó a principios de abril de este año, pero fue demasiado tarde: el video ya se había grabado y regrabado en otros sitios y aún se puede encontrar en el ciberespacio con más de 15 millones de reproducciones.
En seis años más de mil 900 mujeres y niñas fueron asesinadas de forma violenta en México y casi la mitad de ellas con armas de fuego. Esto ubica al país, junto con otras nueve naciones latinoamericanas, entre los 25 países con la mayor tasa de feminicidios del mundo y en el top ten de los que se cometen con disparos de armas.
Con todo, aún no existe una ley federal que aborde de manera directa el tema de la apología del delito contra las mujeres. Gerardo Ortiz no es el único que en sus videoclips refleja su incapacidad emocional para manejar conflictos y descarga su ira de la manera más rudimentaria y socialmente dañina: a tiros.
No obstante es la primera vez que una autoridad judicial actúa para intentar frenar este tipo de influencias sociales.
