Bogotá.- Una delegación de los ex jefes de estado, agrupados en la Iniciativa Democrática de España y las Américas, visitó al secretario general de la Organización de Estados Americanos Luis Almagro para expresarle su respaldo por haber invocado la Carta Democrática Interamericana al considerar que Venezuela vive alteraciones graves al orden democrático, los cuales argumentó en un informe de 132 páginas.
La expresidenta costarricense Laura Chinchilla dijo que cuando el Consejo Permanente sesione de manera extraordinaria el jueves para recibir el informe de Almagro «queremos que haya una votación acogiendo sus recomendaciones».
El artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana autoriza a cualquier estado miembro o al secretario general a convocar al Consejo Permanente en caso de que «en un estado miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático».
El Consejo Permanente tendría la autoridad de convocar a un periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General, la cual podría suspender a ese país de la OEA con el voto afirmativo de los dos tercios de los 34 estados miembros.
Chinchilla dijo que la OEA es el único organismo capaz de garantizar un «diálogo oportuno, nacional, incluyente y eficaz. No queremos un silencio cómplice. Queremos que los mecanismos diplomáticos de la OEA vengan a dar garantías para que tenga consecuencias y no para que una de las partes simplemente gane tiempo».
El Consejo Permanente de la OEA aprobó a comienzos de mes una declaración para respaldar la mediación ya en curso de los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero de España, Leonel Fernández de la República Dominicana y Martin Torrijos de Panamá a nombre de Unasur.
El expresidente peruano Alejandro Toledo señaló que «lamento mucho que Zapatero ahora quiere ser intermediario. Está tomando la posición de (presidente venezolano Nicolás) Maduro».
Por su parte, el ex mandatario boliviano Jorge Quiroga señaló que en el diálogo «deben estar las dos partes con sus representantes, pero el gobierno (venezolano) veta la participación de la oposición. Eso es inaudito», agregó refiriéndose a los tres expresidentes encomendados por Unasur, que a petición de Venezuela rendirán cuentas el martes ante el Consejo Permanente de la OEA.
«Le pedimos a los países del hemisferio a que en el Consejo Permanente pidan un diálogo efectivo con referendo revocatorio, liberando presos políticos, reconociendo las potestades de la Asamblea Nacional y abriendo canales humanitarios», indicó.
Las tensiones políticas aumentan en la nación sudamericana mientras los venezolanos siguen agobiados por una galopante inflación, que se estima podría llegar este año a 720%, graves problemas de escasez de alimentos, medicinas y productos básicos, y una recesión económica que tiende a complicarse por la caída del precio del petróleo, que representa 96% de los ingresos que recibe el país por exportaciones.