Cleveland.- Cero y van dos… Los Cleveland Cavaliers libraron el segundo de tres partidos de eliminación en las Finales NBA.
Derrotaron 115-101 a los Golden State Warriors, para igualar 3-3 la serie, este jueves en el Quicken Loans Arena de Cleveland, donde todo salió mal desde el principio para los aún campeones.
Stephen Curry se metió en problemas de faltas desde temprano y con poco menos de cinco minutos salió por acumulación de faltas y expulsado por arrojar el protector bucal, que además golpeó a un fan.
Los Cavaliers nunca estuvieron en desventaja, salieron desde un principio a mostrar que iban a pelear hasta el último segundo. Estuvieron arriba hasta por 24 puntos, a pesar de que Golden State batalló durante todo el juego desde atrás.
LeBron James tuvo otro partido para recordar con 41 puntos y ocho rebotes. Kyrie Irving se encargó en la primera mitad de dar el oxígeno suficiente, con 20 puntos aunque en los últimos dos periodos apenas marcó otros tres.
Fue un hecho que los Cavaliers salieron a explotar la falta de un centro natural de los Warriors; dominaron abajo del tablero con Tristan Thompson, quien con 10 rebotes y 11 puntos en la primera mitad y 16-15 al final, tuvo su mejor y más influyente noche de Finales.
Así, cada vez que parecía que los Warriors se acercaban en el marcador, llegaba otra explosión de los Cavaliers para alejarse en el marcador hasta por 24 puntos.
Antes de irse, Curry y Klay Thompson pusieron el juego emocionante para el último periodo a punta de triples.
Curry abandonó con ocho canastas desde la duela, incluidas seis triples, para 30 puntos. Thompson marcó 25 puntos , 18 en la segunda mitad.
El regreso de Draymond Green fue menos de lo esperado para muchos fans de Golden State; ocho puntos y 10 rebotes, antes de irse expulsado por acumulación de faltas, tras 40 minutos en la duela.
Los Cavaliers son apenas el tercer equipo de la historia que provoca un séptimo partido en Finales NBA, tras una desventaja de 1-3.
Sólo los Lakers (1966) y los Knicks (1951) llegaron al juego definitivo tras estar abajo de esa manera con cuatro partidos de la serie disputados.
Nunca nadie ha ganado el título de la NBA después de comenzar 1-3 las Finales.
Golden State anotó sólo 11 puntos en el primer periodo, la menor cantidad en la historia de las Finales, y a partir de ahí tuvieron que remar contra corriente.
El séptimo y definitivo juego se disputará este domingo en el Oracle Arena de Oakland.
Los Warriors se tardaron más de medio primer periodo en marcar su primera canasta.
Fue un arranque de pesadilla para Golden State que falló sus primeros ocho intentos al aro, en buena parte asfixiados por una defensa personal de los anfitriones.
Además, Steph Curry sumó su segunda personal apenas con siete minutos en el partido.
Kevin Love comenzó mejor que el partido anterior, otra vez como titular; casi de inmediato en el inicio sumó dos rebotes, pero igual número de faltas, que lo enviaron a la banca por Richard Jefferson, que sigue inyectando energía cada vez que pisa la duela.
Similar con LeBron James, quien retacó de manera salvaje dos de sus primeros tres encestes para enloquecer a su afición.
Los Cavaliers tuvieron hasta 22 puntos de ventaja en el primero, que terminó 31-11 ante los Warriors, que sólo encestaron cinco de 22 disparos para 22 por ciento de efectividad y cuatro pérdidas de balón.
En cambio, Cleveland abrió el juego con 57 por ciento desde la duela y perfectos en entregas de bola.
En el segundo periodo, los Warriors aprovecharon que James se fue a descansar y que al entrenador Tyronn Lue se le ocurrió poner a Iman Schumpert sobre Curry, quien aprovechó para cerrar el juego a 15 puntos de distancia. Y a falta de 5:42 antes de ir al descanso ya sólo eran 13 puntos (46-33).
Mucho tuvo que ver también que la defensa apretó en todos los rincones a los Cavaliers.
Mientras, Klay Thompson con apenas dos canastas en nueve intentos y ninguna de afuera del arco.
Al final de la primera parte, un par de canastas del recién ingresado Dahtay Jones recuperó algo de lo perdido para ir al descanso 59-43.
Pero el segundo periodo fue de los Warriors, que anotaron 32 puntos, luego de que en el primero apenas 11.
Thompson se encargó en el tercer periodo de darle vida a sus Warriors con 15 puntos, incluidos tres triples.
Llegaron al último periodo 80-71, cuando ya muchos creían que la suerte estaba decidida.
A partir de ahí la diferencia nunca fue de más de 12 puntos en tiempo trascendente, ya con los tiradores de Golden State en pleno ritmo.