Bogotá.- La campaña «Sí a la paz» impulsada por el Gobierno tiene ecos hoy en las redes sociales, en las cuales colombianos de distintas edades y profesiones exponen sus motivos para celebrar el fin del conflicto interno.
Yo digo #SíALaPaz por las nuevas generaciones y por todas las víctimas de este país, escribió el senador Iván Cepeda en su cuenta de Twitter; Merecemos vivir en una patria sin violencia, afirmó el ministro del Interior,Juan Fernando Cristo, al argumentar su respaldo a los esfuerzos para terminar la guerra.
Tendremos más oportunidades de empleo, mayor desarrollo y educación, explicó en uno de sus Tweets la titular de trabajo, Clara López.
ÂíManos a la obra, #SíALaPaz!, fue el llamado de varios cibernautas este martes, a sólo horas de que el mandatario y todos los integrantes del gabinete ministerial expresaran su apoyo a las conversaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
Aunque sin alusiones directas a la campaña de la derecha de fines diametralmente opuestos, la iniciativa promovida también desde el portal de la Presidencia de la República, salió a la luz poco después de las exhortaciones del expresidente Álvaro Uribe a fomentar un movimiento de resistencia civil para rechazar los pactos conseguidos en Cuba con el grupo guerrillero.
La invitación del actual senador por el partido Centro Democrático, ha estado acompañada por la recolección de firmas en varias ciudades para intentar demostrar que una parte de la ciudadanía reprueba los resultados de las pláticas en La Habana entre ambas partes beligerantes.
Uribe es reconocido como uno de los más severos críticos de dichos diálogos, iniciados en 2012 y que -a juzgar por sus progresos- podrían finalizar satisfactoriamente en fecha cercana.
La agresividad con la que reacciona la extrema derecha es proporcional a la importancia que tienen los acuerdos, opinó Cepeda en entrevista concedida a Prensa Latina.
Se está evidenciando -añadió- que no será posible echar por tierra este gran empeño (para cerrar el conflicto con las FARC-EP) y por supuesto que sus detractores pasan ya de la retórica a una acción bastante subversiva, quieren amenazarnos con que no van a reconocer la legitimidad de lo concertado.
El mecanismo mediante el cual el pueblo refrendará los consensos obtenidos en la capital cubana no ha sido definido aún, y mientras el Ejecutivo espera por el visto bueno de la Corte Constitucional al plebiscito, las FARC-EP proponen una consulta popular.
No obstante los promotores y simpatizantes de dichas gestiones comenzaron ya una cruzada para contrarrestar la ofensiva del Centro Democrático y garantizar la validación del llamado Acuerdo Final como premisa para su rápida y exitosa implementación.
