Al cabo de meses de espera, la Suprema Corte de Justicia escuchó finalmente este lunes los primeros argumentos orales en la batalla legal sobre las acciones ejecutivas migratorias del presidente Barack Obama anunciadas desde noviembre de 2014.
Casi 5 millones de inmigrantes indocumentados podrían beneficiarse del Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) y de su variante para adultos (DAPA), que extendería la protección contra las deportaciones y otorgaría permisos de trabajo para los padres con hijos que son ciudadanos o residentes permanentes.
“La Constitución de los Estados Unidos claramente dicta que la política de inmigración está en manos del ejecutivo, del presidente de los Estados Unidos, si uno permite que cada estado la haga, vamos a necesitar visas para ir a Texas”, dijo el representante demócrata Luis Gutiérrez, quien estivo presente en la sesión.
Texas y otros 25 estados impugnaron las acciones de Obama argumentando que sus órdenes ejecutivas implicaban gastos a las entidades, al verse obligadas a emitir licencias de manejo a los indocumentados. Tanto un juez de Texas como la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Nueva Orleans les dieron la razón preliminar a los estados y ahora el tema debe ser decidido por la Corte Suprema.
Por el momento el máximo tribunal está integrado por 8 magistrados debido al fallecimiento del juez Antonin Scalia. Un empate 4-4 implicaría un triunfo para Texas y lo otros estados, por lo que millones de inmigrantes y sus partidarios esperan una victoria clara en el máximo tribunal del país.
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