Han pasado cinco años desde que salieron de Venezuela, de haber empacado sus maletas y tomar la dura decisión de dejarlo todo. A los protagonistas de esta historia les gusta bailar, reír, soñar, compartir con sus amistades y recordar de dónde vienen. #MiVuelo les presenta a Alfonso Rangel y a su familia.
Al llegar a los Estados Unidos, específicamente a la ciudad de Orlando, los recibieron familiares de Eliana Andrade la esposa de Alfonso, lo que fue una bendición tener un techo a donde llegar. Luego de una semana durmiendo en la sala de la casa de los padres de Eliana, lograron rentar un apartamento en la misma zona. En esa búsqueda de trabajo, Alfonso empezó en el sector construcción y por casi tres años se mantuvo allí en uno de los oficios mejores remunerados, pero de gran sacrificio. Luego Eliana también consiguió empleo, hizo varias cosas, como limpiar casas, atender en la barra de un restaurante, empacar frutas y vegetales en un supermercado latino.
Sobre sus dos hijos dijo: “a ellos les pegó mucho el tema del idioma en la escuela, pero ya con el paso del tiempo, aquel llanto de nuestra hija mayor, que era la que asistía a la escuela, se fue convirtiendo en pequeñas metas alcanzadas”.
Creciendo y alcanzando metas Alfonso ya estaba cansado de la construcción y decidió estudiar para obtener su licencia de Real Estate e incursionar en el mundo de la venta y renta de propiedades inmobiliarias. Tras algunos meses y peleando con el idioma, logró obtener la licencia. Esta familia es un ejemplo de que las cosas se logran con esfuerzo, dedicación, con amor. Una madre que decide emprender un proyecto cuyo nombre en las redes sociales es @melaoshopbyme para inculcarle a su hija de 16 años lo que es ganarse el dinero, para que tenga las nociones básicas de finanzas, eso es digno de aplaudir. Gracias Alfonso y Eliana, por permitirnos contar su historia
Por: Adriana Henríquez