Estados Unidos.- Cuando llegó a Los Ángeles, Cleofás Vergara no pudo ocultar la emoción que sintió cuando vio a sus hijos. Algunos a quienes no veía desde hace 25 o 30 años, cuando decidieron emigrar a Estados Unidos.
“Quería gritar, quería reparar, quería llorar. ¡Al fin lloré!”, dijo el mexicano de 73 años, quien en esta ocasión volvió a derramar lágrimas solo de recordar. Él día que lo entrevistamos, el padre ya se encontraba instalado en la casa de uno de sus hijos, Reinaldo Vergara.
“Yo quería abarcar a todos [cuando los vi], tener los brazos más largos para abrazar a todos”, añadió Juana Urbano, de 70 años, esposa de Vergara, reseñó La Opinión.
La pareja es parte de un grupo de 18 padres de familia de la tercera edad que se reunieron con sus hijos el pasado 27 de febrero tras recibir una visa de turista. Los padres de familia estarán aquí hasta el 9 de marzo cuando deberán regresar a su natal Guerrero, México.
La pareja contó que, pese a que no saben leer ni escribir, no saben usar un elevador y jamás se habían subido a un avión, pero nada de eso fue obstáculo para lograr su cometido de reunirse en Los Ángeles con nueve de sus 14 hijos y conocer a sus 30 nietos.
“Yo en el avión no sentía nada solo la emoción de que ya quería ver a mis hijos y a los nietos que no conocía”, contó Vergara.
Estas reuniones ocurren principalmente debido a que los hijos no pueden viajar a sus países de origen, usualmente por el estatus legal, y grupos comunitarios abogan en su nombre e intentan obtener la visa de los padres de familia para que ellos vengan a Estados Unidos.