Bagdad – Irak.- Fuerzas estadounidenses dieron un duro golpe a Irán al matar en un ataque con drones al general Qasem Soleimani, líder de Quds, grupo élite de la Guardia Revolucionaria.
La acción se ejecutó este jueves en la noche en el aeropuerto de Bagdad, Irak, sobre un convoy en el que se desplazaba Soleimani.
El Pentágono confirmó que el presidente Donald Trump ordenó el ataque tras el asedio que hace tres días sufrió la embajada de Estados Unidos en Bagdad por parte de manifestantes proiraníes que Washington vincula con las Fuerzas de Movilización Popular.
«A dirección del presidente, las Fuerzas Armadas de EE.UU. tomaron una decisiva acción para proteger al personal estadounidense en el exterior matando a Qasem Soleimani», señaló un comunicado del Pentágono.
En el convoy de las Fuerzas de Movilización Popular sobre el que cayeron proyectiles murieron ocho personas, incluido Abu Mehdi al Muhandis, el número dos de las milicias.
El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, calificó a Soleimani de mártir y decretó tres días de duelo. Además advirtió que habrá una dura respuesta para los responsables de su muerte.
Soleimani era el hombre más poderoso dentro de la estructura militar iraní. Desde hace dos décadas era comandante del grupo élite Quds, que lidera la inteligencia de ese país en el extranjero.
Al general se le atribuye la estrategia que ayudó al presidente Bashar al Asad a cambiar el curso de la guerra contra las fuerzas rebeldes en Siria.
También era reconocido por haber tomado el control de las milicias chiitas en Irak, las cuales fueron fundamentales para derrotar al Estado Islámico en ese país y Siria.
El conflicto entre Teherán y Washington se agravó hace una semana con la muerte de un civil estadounidense en ataques con cohetes en Irak.
Estados Unidos, que atribuyó el ataque no reivindicado a fracciones de las Fuerzas de Movilización Popular, respondió con el bombardeo a una de sus bases en el que murieron 25 milicianos.
La muerte de los milicianos llevó a manifestantes proiraníes a cercar la embajada e incluso incendiar algunas estructuras, una acción que llevó a Washington a ejecutar el ataque contra Soleimani.