Ciudad de México – México.- México reafirmó su hipótesis, con respecto a la masacre que acabó con la vida de nueve miembros de la familia LeBarón, un clan de mormones que, pese a tener origen estadounidense, reside en territorio azteca desde hace 90 años.
Este miércoles, Homero Mendoza Ruíz, jefe del Estado Mayor de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), explicó que la tragedia se produjo a raíz de una disputa entre grupos criminales, que se encuentran vinculados al narcotráfico.
Según el oficial, fue un escuadrón del cártel de La Línea el que perpetró la emboscada, ocurrida el pasado lunes, en una carretera que conecta a los estados de Sonora y Chihuahua, al norte de la geografía mexicana.
De acuerdo con Mendoza Ruíz, los atacantes confundieron la camioneta Suburban que los LeBarón utilizaban regularmente para su transporte, con uno de los vehículos usados por Los Salazar, otra banda criminal que tiene nexos con el Cártel de Sinaloa.
El militar agregó que los agresores tenían como misión impedir que sus rivales pudiesen tener acceso al estado de Chihuahua. “Se asume que la organización delictiva de La Línea, ante la intención de Los Salazar de entrar en Chihuahua, deciden mandar una célula entre Janos (Chihuahua) y Bavispe (Sonora)”, dijo el representante de la Sedena.
Homero Mendoza Ruíz añadió que horas antes de la masacre, ambas organizaciones protagonizaron un enfrentamiento en el municipio sonorense de Agua Prieta. Ese choque culminó con una persona fallecida y otra herida de bala.
La versión de que el asesinato de los LeBarón había sido provocado por la rivalidad entre agrupaciones delictivas fue anunciada, desde el martes, por el secretario de Seguridad Pública de México, Alfonso Durazo.
Ese funcionario fue el primero en decir que el suceso se produjo porque el vehículo en el que viajaban las víctimas “pudo haber sido confundido por grupos (criminales)” que están en disputa.