California – Estaos Unidos.- “Tranquilidad y seguridad”, eso es lo que siente Eduardo Chamú, un mexicano oriundo de Guerrero, que llegó a Estados Unidos en 1992 y que tras enfrentar una orden de deportación ahora recibió su tarjeta de residencia permanente por el mérito de ser un “padre responsable”.
La historia de Chamú, quien tiene seis hijos de entre tres y 12 años, conmovió a la juez que confirmó que los ingresos del inmigrante eran destinados para el bienestar de niños.
“Estoy muy contento de andar cargando ya mi tarjeta de residencia permanente, porque uno anda con el Jesús en la boca de que lo avienten a uno hasta México, por no tener papeles”, expresó el mexicano.
Chamú llegó a Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida. En 2004 recibió una orden de deportación tras no lograr defenderse en la Corte de Inmigración. En 2009 acabó la relación con su pareja.
Su caso destacó ya que por lo general quien abandona el hogar es el marido y las “mujeres solteras son las responsables del bienestar de sus hijos”, detalló el inmigrante.
Un tribunal falló a favor de concederle la residencia permanente en Estados Unidos, para así evitar a su familia un “sufrimiento extremo”. La juez tomó su decisión basada en la ley de inmigración 42B, con la que padres indocumentados “protegen sus hijos nacidos en EEUU” para que no sufran orfandad.
