Tegucigalpa – Honduras.- El tan esperado desarrollo en Centroamérica continúa sin llegar, y es que hay muchos factores que se encuentran en contra. Según datos ofrecidos por el Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible del INCAE Business School, el mayor obstáculo para que los países centroamericanos logren desarrollarse, sigue siendo la corrupción, un flagelo que hace que la región pierda anualmente 13.000 millones de dólares, lo que representa alrededor del 5 % del Producto Interno Bruto (PIB).
“Este flagelo es uno de los principales obstáculos para el desarrollo de los países centroamericanos, los gobiernos deben ver el tema como algo prioritario”, manifestó el director del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible del INCAE Business School, Octavio Martínez.
El experto catalogó la corrupción como un “fenómeno sistémico” por lo que subrayó que “va a requerir intervenciones sistémicas”.
Ante la grave corrupción que existe en la región, destacó la importancia de que el sector privado pueda “contribuir realmente” al combate del problema y que los Gobiernos promuevan mejoras desde el marco regulatorio hasta el funcionamiento “más eficiente y transparente” en los diferentes procesos.
Lamentó que este flagelo en Centroamérica sea un problema “endémico”, pues la región, especialmente El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, registran “muy altos niveles de corrupción similares a los de África Subsahariana”.
A juicio de Martínez, si realmente en Centroamérica se quiere “una transformación hacia el futuro”, la lucha contra la corrupción debe ser “la prioridad número uno de los Gobiernos”.
“Los países de Centroamérica están rezagados, ya que el ritmo de crecimiento nos abre la amenaza de que sigamos ampliando esa brecha entre países en desarrollo y países desarrollados que crecen a tasas más rápidas en lo económico y en lo social”, puntualizó.
Aseguró que además que la corrupción, la inestabilidad política también está “frenando nuestra capacidad de desarrollo.
“La región debe trabajar para fortalecer las instituciones democráticas, mejorar el clima para los negocios para que la actividad económica pueda florecer y definir una agenda de progreso social y sostenibilidad ambiental que identifique y atienda los temas prioritarios de los ciudadanos”, explicó Octavio Martínez.