Madrid – España.- Lorenzo hizo contacto con las Azores. El fenómeno chocó con la parte más occidental del archipiélago portugués, como un huracán de categoría 2.
Sus vientos máximos sostenidos generaron ráfagas de hasta 200 km/h. Esa potencia fue más que suficiente para derribar árboles y ocasionar daños en el tendido eléctrico.
Por esa misma causa, el aeropuerto de Punta Delgada, ubicado en la isla de San Miguel, suspendió todos los vuelos interinsulares.
Además de las ventiscas, Lorenzo llegó acompañado de intensas lluvias y de olas tan altas que generaron inundaciones en las zonas más cercanas al litoral.
Ante ese escenario, las autoridades de Protección Civil ordenaron la evacuación, voluntaria o forzosa, de todo aquel que corriese peligro severo.
Tras esa instrucción, las islas de Flores y Corvo, así como las de Pico y Faial, lograron desalojar a medio centenar de personas.
El primer ministro portugués y candidato socialista, António Costa, suspendió su campaña electoral y se trasladó a las Azores para vivir, desde el centro de mando de Protección Civil, el paso de la tormenta.
“Las cosas han discurrido mejor de lo que esperábamos”, dijo Costa a la prensa, cerca del mediodía de este miércoles.
Para esa hora, el ciclón había abandonado las islas y continuaba su camino hacia Reino Unido.