Kinshasa – República Democrática del Congo.- En un nueva acción por contener el brote de Ébola que lleva activo desde agosto de 2018 en Congo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) probará una nueva vacuna experimental.
La vacuna, comercializada por Johnson & Johnson, y que llegará al país a mediados del mes de octubre, se administrará en dos dosis con 56 días de separación.
Como una herramienta adicional para extender la protección frente al virus, la vacuna experimental será aplicada primeramente a la población de alto riesgo en áreas donde la transmisión del Ébola no está activa.
En el mes de agosto se declaró formalmente el brote de Ébola en ese país, desde ese momento y hasta la fecha se han aplicado más de 200mil vacunas fabricadas por Merck. Este primer medicamento que intentó frenar la enfermedad, se seguirá utilizando.
“Emplear la vacuna de Johnson & Johnson garantizará que podríamos tener una herramienta adicional para impedir la propagación del brote”, dijo Matshidiso Moeti, directora de la OMS en África.
En el que es considerado como el brote más grande de la historia, más de 3mil personas en la República Democrática del Congo se encuentran afectadas de Ébola y casi dos mil han fallecido.
La segunda vacuna experimental ha generado una disputa entre el exministro congoleño de Salud, el doctor Oly Ilunga, y las autoridades sanitarias globales. A juicio de Ilunga, en el país no se debería utilizarse la vacuna, asegura a que no ha pasado los controles suficientes y podría causar confusión.
Por su parte, Médicos Sin Fronteras (MSF) han pedido que un comité independiente gestione las vacunaciones para aumentar la transparencia y aumentar el acceso a los fármacos, de forma similar a los utilizados para responder a brotes de meningitis, fiebre amarilla y cólera.
MSF acusa a la OMS de “restringir la disponibilidad” de la vacuna de Merck sobre el terreno.
“No se está vacunando a gente suficiente debido a unas normas arbitrarias que no se han aclarado”, afirmó la doctora Natalie Roberts, coordinadora de emergencias para MSF, quien afirmó ademas que de las aproximadamente 225.000 personas vacunadas hasta ahora son “de largo insuficientes” y que para la fecha ya debería haber entre 450.000 y 600.000 personas inmunizadas.
Restringir la vacuna a personas que son contactos conocidos de Ébola es problemático, afirmó.
“El control llega hasta lo más local, cada mañana es una persona de la OMS quien decide a quién se vacuna y cuántos viales se abren”, denunció.