Ciudad Juárez – Estados Unidos.-  Muchos son los casos de extorsiones, amenazas y secuestros de los que son víctimas los cubanos que intentan ingresar a los Estados Unidos por la frontera sur.

Tal es el caso de cinco cubanos, dos de ellos que viajaron directamente desde la Habana, uno desde Las Tunas y otros dos desde Chile.

En aviones, autobuses o taxis, llegaron desde sus lugares a México para intentar cruzar la frontera con EE.UU y vivir el sueño americano, sin embargo este sueño se vio empañado cuando llegaron a Tabasco, en el sur de México.

“Cuando llegamos a Villahermosa, nos acercamos a un grupo de taxistas. Le pedimos ayuda y le ofrecimos US$50 para poder llegar a la terminal de buses. Hasta ese momento, todo iba bien. Ahí fue cuando comenzó todo”, cuenta Juan, uno de los cubanos de 31 años de edad.

Cuentan que unas camionetas negras detuvieron el taxi que los llevaba hacia el terminal, “En el momento que yo sentí que pararon el taxi, que bajaron al chofer, que oí unos tiros, ahí yo me aterroricé, agarré las manos de mi hijo y empecé a llorar“, recuerda Maríbel, una mujer originaria de Pinar del Río, que viajaba con su hijo.

Sin decir una palabra los delincuentes tomaron a los cinco cubanos que iban en el taxi y se los llevaron hacia un destino incierto.

“Venían con el rostro tapado, deben haber sido unos 12. No sabemos cómo pudieron saber que éramos cubanos, que no éramos de aquí, que éramos migrantes”.

Durante las primeras horas  de cautiverio los cubanos no podían entender lo que estaba sucediendo.

“Nos quedamos pasmados, no podíamos hablar, teníamos mucho miedo, no sabíamos qué estaba pasando. Yo decía: quizás fue que nos confundieron con alguien o que nos quieren para tráfico de órganos. Uno piensa muchas cosas en ese momento”, cuenta Juan.

A mediados de mayo y en Juárez a 2.500 kilómetros del lugar en el que los secuestraron, los cinco cubanos fueron rescatados por la policía junto a otro grupo de 115 migrantes.

Pese a ser rescatados, hoy los cinco cubanos y muchos migrantes que intentan ingresar a Estados Unidos, igual se sienten en cautiverio y amenazados en una de las cuatro ciudades más peligrosas del mundo, Juárez.

“Juárez, por su propias peculiaridades, no era una de las rutas tradicionales de migración. Explica Enrique Valenzuela, director del Consejo Estatal de Población y Atención a Migrantes (Coespo), al mencionar que en los últimos meses Juárez ha vivido un movimiento inusual: unas 20.000 personas han llegado aquí para esperar, hasta ser llamados al norte de la frontera.

Según cifras del Coespo, unos 4.000 migrantes de todos lados esperan actualmente en Juárez por su turno en una lista que, hasta mediados de julio, superaba el número 17.000 personas.

Ante el último anuncio realizado por Trump, de activar una nueva medida que indica que EE.UU. solo escuchará solicitudes de asilo si los migrantes lo pidieron antes y le fue negado en otro país, la mayoría de los migrantes que hoy esperan en Ciudad de Juárez,  pueden quedar en un limbo incierto.

“Estas políticas han conllevado también a que la situación de los migrantes en Juárez se vuelva cada vez más delicada y muchos sean víctimas de extorsiones o secuestros.  Cada vez es más difícil las condiciones en las que están viviendo aquí. Es un tema que se nos ha ido de las manos y que, como están las cosas, solo puede empeorar”, aseguró Diana Rodríguez, de la ONG Derechos Humanos Integrales en Acción.