Washington – EEUU.- Robert Mueller, el fiscal especial al que se encomendó investigar la posible colusión entre Donald Trump y Rusia, así como la interferencia de ese país en las elecciones presidenciales de 2016, ha presentado su renuncia.
En una rueda de prensa celebrada en el Departamento de Justicia, en Washington, el ex director del FBI anunció su dimisión al cargo que le confirió, en 2017, el ex fiscal general, Jeff Sessions. También ofreció declaraciones sobre la pesquisa que le tomó 22 meses y que le permitió concluir que Moscú sí intervino en los comicios de hace dos años.
“Si hubiéramos tenido la certeza de que el presidente claramente no cometió un crimen, lo hubiéramos dicho; no lo hicimos”, dijo Mueller de manera lapidaria. El investigador acotó que la falta de pruebas sólidas fue lo que le impidió imputar al actual Jefe de Estado.
“Acusar al Presidente de un delito no era una opción que pudiésemos considerar. Sería injusto acusar a alguien de un crimen, cuando no se puede llegar a una resolución judicial de los cargos”, indicó.
Robert Mueller aprovechó su comparecencia para recordar los esfuerzos que fueron hechos desde la Casa Blanca, con la intención de bloquear o detener sus investigaciones. El señalamiento, recogido en el informe que su oficina le presentó a la Secretaría de Justicia en el mes de marzo, indica que Donald Trump intentó entorpecer las pesquisas en, por lo menos, una decena de ocasiones.
El exfiscal, que desea desaparecer de la escena pública, comentó que prefiere no volver a declarar sobre el caso y que, de hacerlo, su versión no distaría mucho de la ya compartida. Pese a ello, los demócratas, con mayoría en la Cámara de Representantes del Congreso, desean escucharlo para determinar si procede o no el inicio de un juicio político contra el primer mandatario estadounidense.