Washington – Estados Unidos.- Un informe realizado por la organización pro-inmigración FWD.us y por la fundación Orrin G. Hatch, dio a conocer que los límites de migrantes que se impusieron por ley en 1990 para las empresas, hasta el momento no se han cumplido de manera significativa, según los expertos pese al crecimiento de la economía, el porcentaje mínimo de desempleo, y la existencia de 7,5 millones de trabajos sin cubrir.
La organización pro-inmigración FWD.us y la fundación Orrin G. Hatch, explican que ocho de cada 10 empresas tienen dificultades para contratar a los empleados que necesitan, mientras que los extranjeros cualificados que trabajan en Estados Unidos continúan emigrando a países con políticas migratorias mejores, entre estos se encuentra Canadá.
Estados Unidos puso en marcha en junio de 2017 un plan para acelerar determinados visados para atraer a 350.000 trabajadores cualificados al año hasta 2021, sin embargo el límite de 85.000 visados H-1B para trabajadores de alta cualificación, permanece invariable desde hace años pese a que las peticiones han llegado a superar las 230.000 anuales. Esas restricciones, que afectan especialmente a los estudiantes universitarios extranjeros, se acrecientan por el límite de 50.000 green cards al año.
A pesar que los datos muestran que el problema con los inmigrantes no ha sido causado por Donald Trump, pues en 2015 Estados Unidos ya era visto como el segundo peor país a la hora de acoger a inmigrantes, durante la administración del actual presidente si ha aumentado, por lo que el reporte recomienda varias medidas al Congreso, entre ellas aumentar el número y tipo de visado para trabajadores, y abrir una vía a la ciudadanía para los estudiantes y empresarios extranjeros que quieren trabajar y crear empleos en Estados Unidos.
Contradicciones de Trump
“Queremos que venga un montón de gente, y los necesitamos”, dijo el presidente, Donald Trump, “queremos que las empresas crezcan, y la única manera en que van a crecer es si les damos los trabajadores”.
Estas palabras de Trump a favor de los inmigrantes se contradicen con las políticas de su Gobierno, que no sólo buscan impedir la llegada de solicitantes de asilo y deportar al mayor número posible de indocumentados, sino que también levantan un muro a la llegada de extranjeros cualificados.