A raíz de la amistad adulona del ex-presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías con Fidel Castro, hoy, ambos fallecidos, se desprende un infortunio pensamiento chavista que nace con la riqueza petrolera de la República de Venezuela, a la que le agregó el ex-militar de Bolivariana, que nada de gusto ha dejado su agregación en toda Latinoamérica, porque Simón Bolivar, la dejó plasmada como para que nadie cambie su historia republicana de los venezolanos, así como de los otros países que libertó en su gran hazaña, incluyendo Venezuela, como Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia, en un canto de amistad y buena vecindad.
Con la figura del extinto revolucionario y político cubano Fidel Castro, nacen fisuras adulonas de muchos personajes que llegaron al poder en Latinoamérica, mediante elecciones en algunos países de Sudamérica y Centroamérica, entre ellos, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, que se unieron al régimen cubano de Fidel, para implementar una revolución del siglo XXI, a consecuencia de regalías económicas que el extinto presidente Hugo Chávez, dio a estos gobiernos, para contar con el apoyo a su revolución, que no era otra cosa que ganar espacio y apoyo político de estos países en la OEA, sembrando un sistema comunista que Chávez, quería imponer definitivamente en Latinoamérica, a base del dinero producto del patriotero venezolano.
A decir del adulador mayor de Fidel, Chávez, muchos gobiernos empezaron a construir tarimas de la llamada revolución del siglo XXI, pero teniendo un trasfondo político de corrupción con la famosa obra pública que cada día dejaba multimillonarias ganancias a través de los contratos a “dedos”que se firmaban con los gobiernos, usando terceras personas como casos ya judicializados y sentenciados en países de nuestra América Latina, por los que están en prisión varios peces gordos y otros en la mira de ir a la cárcel, cuyas fortunas no han llegado a restituirse en los países donde la corrupción desmanteló los recursos económicos de estos pueblos ,que han quedado viviendo en la pobreza y miseria, a tal extremo que mueren cada día ante la falta de alimentos y medicina, con una incontenible violencia e inseguridad pública, que ha permitido que crezca una migración con una crisis humanitaria, en donde los países receptores de esta gran población de inmigrantes han definido nuevas políticas migratorias que ayude a palear esta galopante presencia de familias que abandonan sus países para salvar sus vidas o no morir de hambre, permitiéndose convertir en una región contaminada y crítica a causa de una”robolución”del siglo XXI.
Esta desmesurada pasión aduladora, permitió que políticos hayan traficado con la figura comunista de Fidel Castro. Sin embargo, Castro(Fidel), sin desconocerse su inteligencia y habilidad revolucionaria, siempre supo que muchos querían suplantarlo, y que con el “adulo” pensaban llegar a ocupar su lugar. Este personaje comunista, conocía que su imagen y trayectoria política no sería para paracaidistas de gobiernos que no se habían definido totalmente con sus ideas marxistas y leninistas. A Castro, como presidente de Cuba, lo que permitía era que creyeran sus aduladores que podían campearse con su figura, porque esa jugada le permitía recibir el dinero de los venezolanos producto de la riqueza petrolera de este país, misma que no ha cambiado en el actual régimen cubano; pero con la salvedad de que si la “ayuda” económica venezolana es a largo plazo, entonces la migración de venezolanos a otros países de la región, principalmente, seguirá en crecimiento, y es ahí en donde la OEA, la ONU y la CIDH, deben apretar las tuercas para que la contaminación en la región no siga creciendo con personajes políticos que solo sirvieron de aduladores al dictador castrista que tuvo América Latina.
A los dictadores disfrazados con gobiernos democráticos de nuestra región, les debe quedar muy en claro de su forma corrupta de gobernar, porque ya los pueblos descubrieron su forma de engañarlos a base de la voluminosa obra pública con los multimillonarios contratos a dedo con sobreprecio, cuyas fortunas regresarán a su dueño, al pueblo, que los eligió y que los encerrará sin perdón ni olvido.