Contra las armas, más armas. El presidente Donald Trump mostró este jueves en la mañana su apoyo a la idea de armar a los profesores de los centros escolares para acabar con las masacres en las escuelas como la de la semana pasada en Parkland que dejó 17 muertos.
El presidente, que siempre ha explicado lo sucedido en Florida como un problema de salud mentalde Nicolas Cruz -autor confeso del ataque-, sostuvo también la intención de aumentar la edad legal para adquirir un arma hasta los 21 años y la de prohibir los artilugios que permiten convertir armas semiautomáticas en ametralladoras. Cruz, precisamente, tenía 19, por lo que pudo comprar sin problemas la AR-15 que utilizó, aunque aún no era lo suficientemente mayor como para beber cerveza. Precisamente, Trump ya había dejado entrever su apoyo a esta medida en la reunión que tuvo el miércoles con algunos de los supervivientes de Parkland.
«LOS ATAQUES TERMINARÍAN», escribió el presidente en mayúsculas tras explicar que quiere «estudiar la posibilidad de dar ‘armas escondidas a profesores expertos en armas y con experiencia militar o con entrenamiento especial». El mandatario fue más allá e incluso puntualizó el número exacto que, en su opinión, sería necesario: «20% de los profesores, un número muy elevado, sería capaz de responder inmediatamente si un enfermo salvaje llega a una escuela con malas intenciones».
De esta manera, el presidente volvió a enfocar la epidemia de las muertes por tiroteos en Estados Unidos en los autores y no en la facilidad que existe para conseguir un arma. Trump siempre se ha mostrado a favor de la Asociación Nacional del Rifle (ANR, por sus siglas en inglés) y llegó a la Casa Blanca con un mensaje muy claro a favor de la Segunda Enmienda de la Constitución, la que protege el derecho a comprarlas y llevarlas encima.
«Fakes News»
Pese a este apoyo claro, el presidente se contradijo a sí mismo en los tuits de esta mañana. En el primer mensaje enviado acusó a varios medios de comunicación -como CNN o NBC- de ser fake news porque habían informado precisamente de que, entre sus medidas, estaba precisamente la de dar armas a los profesores. En los siguientes, simplemente explicó cómo esa medida podría, según él, evitar más masacres.
Entre las razones que dio está el hecho de que una «‘zona libre de armas’ es un imán para la gente mala». «Si un posible ‘atacante enfermo’ sabe que una escuela tiene un gran número de maestros talentosos con armas (y otros) que dispararán al instante, el ENFERMO nunca atacará esa escuela. Los cobardes no irán allí … problema resuelto» y añadió que «¡la defensa por sí sola no funcionará!».
El presidente hizo referencia a que, por lo general, los tiroteos en los centros educativos suelen durar aproximadamente tres minutos, mientras que la respuesta de la policía tarda entre cinco y ocho minutos, lo que da al pistolero tiempo suficiente para generar una masacre.
La matanza de Parkland ha sido vista por muchos como un punto de inflexión en la lucha por el control de armas. Al contrario que en otras ocasiones, los estudiantes que sobrevivieron al tiroteo han lanzado un moviento, llamado Never Again, para conseguir modificiaciones legales. El miércoles estuvieron en Tallahassee, capital de Florida, para presionar a los legisladores estatales, y para el próximo 24 de marzo han llamado a una jornada de movilización nacional, con una gran manifestación en Washington. Además, algunos de ellos ya se reunieron con el presidente para explicarle sus exigencias.
«Lo que mucha gente no entiende, o no quiere entender, es que Wayne (La Pierre, presidente de la NRA), Chris (Cox Director de la NRA) y los amigos que trabajan tan duro en la NRA son Gran Gente y Grandes Patriotas Estadounidenses», dijo en otro tuit. «Ellos aman a nuestro País y harán lo correcto», remató.
Debate en marcha
El tiroteo de Parkland la pasada semana, el enésimo en una escuela de Estados Unidos, ha vuelto a poner sobre la mes el debate sobre cómo tratar de evitar y proteger a los estudiantes de un atacante armado.
En la actualidad, varios estados están considerando propuestas similares a las apoyadas por Trump y que le permitirían a los maestros tener acceso a armas. Estos debates están ya en incluyendo Alabama, Colorado, Indiana, Maryland, Michigan, Pennsylvania, Dakota del Sur, Carolina del Sur, y la misma Florida.
Según el Centro Legal Giffords para Prevenir la Violencia de Armas, ocho estados actualmente tienen leyes que permiten llevar armas ocultas en escuelas de kínder a grado 12, o no tienen ninguna ley que lo prohíba.
Tras el tiroteo en Sandy Hook, una escuela primaria en Newtown, Connecticut, en diciembre de 2012, más de 80 propuestas de ley fueron presentadas en al menos 33 estados para armar a los maestros y el personal. Pero solo Alabama, Kansas, Dakota del Sur, Tennessee y Texas aprobaron leyes que afectaban a las escuelas públicas, según un reporte del Consejo de Gobiernos Estatales.