“Sería terrible que mis tres hijos, y los otros cientos de miles que reciben la protección de DACA, se queden desamparados y los deporten”, dice al otro lado del teléfono esta inmigrante que participa en una huelga de hambre colectiva comenzada este fin de semana para pedirle al gobierno del presidente Donald Trump que no cancele el programa de Acción Diferida para los dreamers.
La protesta, en la que participan un total de 15 jóvenes, se lleva a cabo en la ‘Misión Fe, Vida y Esperanza’ de la ciudad de West Chicago, condado DuPage, Illinois, una zona donde más de la mitad de los habitantes son de origen mexicano.
“Estamos aquí en Estados Unidos desde 1999”, agrega Bravo, madre de Luis, Carmen y Saida, que cuenta que llegaron al país cuando ellos tenían 5, 3 y 2 años respectivamente. “Ellos dependen del número de seguridad social para tener permiso de trabajo y licencia de manejar. Si lo pierden, no me lo quiero imaginar”.
La huelga de hambre fue planeada el mismo día en que los senadores Richard Durbin (demócrata por Illinois) y Lindsey Graham (republicano por Carolina del Sur) presentaron en el Congreso el proyecto de ley Dream Act, que incluye una vía de legalización permanente condicional para los más de 788,000 protegidos por DACA.
La Acción Diferida de 2012 (DACA), aprobada el 15 de junio de 2012 durante el gobierno del presidente Barack Obama, ampara de la deportación a los jóvenes que entraron a Estados Unidos antes de cumplir los 16 años de edad y se les conoce como ‘dreamers’, y les concede una autorización de empleo renovable cada dos años.
“Antes de DACA, mis hijos tenían trabajos mal pagados. Ahora mi hijo tiene una empresa y mis dos hijas venden teléfonos celulares. Están sacando adelante a la familia y pagando impuestos”, agrega Bravo.
Qué le piden a Trump
“En segundo lugar, le pedimos al presidente que no cancele DACA y que tampoco elimine el Estados de Protección Temporal (TPS) para los inmigrantes de El Salvador, Honduras y Nicaragua”, agregó.
El pasado 12 de julio el Caucus Hispano demócrata se reunió a puertas cerradas con el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), para discutir el aumento de las deportaciones, el futuro de DACA y la detención de indocumentados sin antecedentes criminales.
Al término del encuentro el congresista Luis Gutiérrez (demócrata por Illinois), advirtió a Univision Noticias que miles de indocumentados centroamericanos protegidos de la deportación podrían perder en breve el amparo, y que la misma amenaza se cierne sobre casi 800,000 dreamers amparados por DACA.
“Si bien hasta ahora las deportaciones se mantienen un poco por debajo de las llevadas a cabo por el presidente Obama, estamos muy preocupados por el lenguaje que sa el presidente (Trump), el secretario Kelly u el fiscal general (Jeff) Sessions”, dice Landaverde. “Nos están amenazando peor que Obama, pero vamos a resistir. No nos colocaremos de rodillas. Este gobierno no nos va a destrozar”.