La organización Human Rights Watch (HRW) advirtió que bajo el gobierno de Donald Trumpmorirán más inmigrantes en los centros de detención, principalmente a causa la precaria e inadecuada atención y personal poco cualificado que brinda servicio médico en los centros de detención bajo supervisión de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
El reporte, titulado “Indiferencia sistemática: atención médica peligrosa y precaria en centros de detención inmigratoria”, fue elaborado por HRW y el proyecto Community Iniciatives for Visiting Immigrants (Iniciativa Comunitaria para Visitar a los inmigrantes en Confinamiento, CIVIC. Ambos grupos indican que han surgido “nuevas evidencias de la peligrosa baja atención médica en la detención de inmigrantes en estados Unidos”, en momentos en que el gobierno del presidente Donald Trump “está tratando de aumentar” el número de extranjeros detenidos para ser deportados de Estados Unidos.
Durante la campaña presidencial, Trump dijo que en un plazo de 18 meses deportaría a los 11 millones de indocumentados que viven en el país. Tras ser electo, dijo durante una entrevista a la cadena CBS que sólodeportaría hasta tres millones de ilegales criminales, y cerca de cuatro millones que dejaron expirar sus visas.
Sin embargo, el pasado 25 de enero, decretó que los 11 millones de indocumentados son una amenaza pública y a la seguridad nacional, anunció nuevas prioridades de deportación, pidió informes para aumentar la capacidad de detención de ICE, y demandó redadas y deportaciones aceleradas, incluso llevando jueces a los centros de detención para acelerar los procesos de expulsión.
Revisión de registros médicos
El informe, de 103 páginas, se basa en el análisis de médicos expertos independientes de 18 muertes de las 21 muertes registradas en centros de detención de ICE entre los años 2012 y 2015 (reconocidas por la agencia), y expedientes médicos de otras 12 personas adicionales atendidas en instalaciones médicas y privadas en el país.
Los investigadores también entrevistaron a 90 personas que están o permanecieron detenidas, así como familiares de los fallecidos, abogados y expertos en salud en centros de detención.
HRW dice que los expertos encontraron “numerosos incidentes de atención médica deficiente y peligrosa, entre ellos:
- Falta de seguimiento de los síntomas que requirieron atención.
- Personal médico aparentemente sin licencia y experiencia.
- Atención médica mental gravemente inadecuada.
- Uso indebido del aislamiento para las personas con problemas de salud mental.
- Lentas respuestas en situaciones de emergencia.
El reporte precisa que el tipo de respuesta hallado en las áreas de atención médica de los centros de detención para inmigrantes, “contribuyó en siete de las 18 muertes” investigadas.
Dos casos fatales
Entre los casos investigados por el grupo de expertos se encuentra el del inmigrante Raúl Ernesto Morales Ramos, fallecido en 2015, tras haber estado detenido en el Centro de Detención de Adelanto, en California.
Los dos expertos que revisaron los registros médicos de Morales hallaron que el inmigrante registrada síntomas de cáncer extendido “dos años antes” de su detención, “pero que esencialmente no fueron atendidos hasta un mes antes de su muerte”. Durante su permanencia en el centro de detención, “Morales Ramos pidió repetidamente que fuera atendido”.
Un segundo caso resaltado en el informe corresponde al de la inmigrante Tiombe Carlos, detenida en una prisión del condado de York, Pensilvania, quien murió en 2013 tras un segundo intento de suicidio en los dos años y medio que permaneció detenida.
El reporte señala que el personal de la prisión “sabía que tenía un problema de salud mental que requería apoyo sustancial, pero no elaboró un plan de tratamiento de salud mental. “Lamentablemente recibió una atención inadecuada”, señalan los investigadores”.
Lista de incongruencias
Human Rights Watch reporta que funcionarios de ICE del Centro Correccional del Condado de Hudson, Nueva Jersey, le dijeron a la organización que enfermeras registradas revisan las solicitudes de atención, y que todo el mundo es visto en 24 horas. “Pero los registros médicos de un hombre indicaron que cuando él buscó atención para tratar un fuerte dolor abdominal, sólo fue visto un mes después”.
También señala que en varios casos “había pruebas de prácticas médicas deficientes que pudieron poner a la población completa del penal en situación de grave riesgo, “aunque no necesariamente contribuyó a la muerte de la persona”.
En el caso de un hombre que murió en el 2014, la investigación halló que una enfermera profesional con licencia estaba tratando de registrar los signos vitales cuatro semanas después del hecho «de memoria» y no en base a reportes escritos, añade el informe.
“La gran cantidad y consistencia de los casos de atención médica inadecuada apuntan a una crisis que merece una acción inmediata», dijo Christina Fialho, abogada y co-directora ejecutiva de CIVIC. «Los análisis de los expertos médicos confirman lo que hemos estado escuchando de inmigrantes detenidos durante años. Ha llegado el momento de poner fin a las prácticas médicas deficientes que dañan a muchas personas detenidas en centros de inmigrantes cada año».
Promesa peligrosa
Meng dijo a Univision Noticias que la promesa de Trump de arrestar y encarcelar a más extranjeros en centros de detención, sin lugar a dudas “expondrá a más personas a condiciones peligrosas”, y que dos de las soluciones planteadas por los investigadores son “frenar de inmediato las detenciones, y dejar de enviar a indocumentados a instalaciones que operan bajo condiciones peligrosas”.
Agregó que la presión por mantener la cuota de camas disponibles (cuando Trump asumió la Casa Blanca era de 39,000 diarias) “limita la capacidad” de reformar o cancelar el actual sistema carcelario. “ICE también puede mejorar la supervisión y tomar medidas correctivas de inmediato”, subrayó Meng.
La investigadora dijo además que, a pesar de las deficiencias del sistema, en donde la mayoría de los detenidos de ICE no tiene acceso a un abogado, y son mantenidos lejos de sus comunidades y familias, “deben continuar presentando quejas porque, mientras más denuncias existan, habrá más posibilidades de investigar los abusos y anomalías”.
“Los inmigrantes detenidos también han hecho grandes esfuerzos para organizarse, llevar a cabo huelgas de hambre y llamar la atención sobre su difícil situación. Han hecho mucho para atraer más la atención pública a lo que está sucediendo en el interior” de los centros de detención de ICE, resaltó.
Los investigadores concluyeron que el gobierno federal “carece de medios efectivos para monitorear y corregir estos problemas en las instalaciones bajo su control”. Citaron entre las deficiencias la falta de planes de prevención.
También denunciaron que, según el informe anual al Congreso de la Oficina de Derechos y Libertades Civiles del Departamento de Seguridad Nacional, envió a ICE un total de 49 recomendaciones para mejorar las condiciones en una instalación sin nombre en Arizona que se deduce se trata del Centro de Eloy, pero que la agencia tardó dos años en responder, y que la oficina de derechos civiles concluyó que no había respondido apropiadamente a 30 de las recomendaciones enviadas.
«De la evidencia que vi en los casos que revisé, tenemos un sistema de atención médica a los inmigrantes detenidos que está roto. Si agregamos más detenidos a ese sistema, la situación sólo puede empeorar», dijo Allan Keller, un experto en salud correccional que revisó los documentos del informe.