La política migratoria implementada por el presidente Donald Trump, está dejando para él mismo, una desgastada imagen presidencial, en tan corto tiempo de sus primeros 100 días de gobierno republicano, lo que demuestra con toda transparencia pública, que estas medidas ejecutivas van en detrimento mayor del sistema migratorio fracasado, que es lo que precisamente no se ha podido corregir desde el Departamento de Justicia, por el que han pasado varios presidentes de os EE.UU. pese a las grandes batallas de los Congresistas en Washington, DC.
Por otra parte, las innumerables marchas de organizaciones sociales y religiosas, poco o nada han conseguido para que el sistema migratorio, muy caduco, siga teniendo políticas migratorias de acuerdo a una realidad social de los inmigrantes en este país. Se ha dejado al Departamento de Inmigración, cometer atropellos contra familias que han sido deportadas, sin que estas hayan cometido delito alguno. Sus padres y madres, han tenido que dejar a sus hijos a merced de otras personas y hasta del mismo gobierno, cuya separación familiar está en contra de la Constitución Estadounidense.
La persecución de los agentes de Inmigración, no tiene otra línea que cumplir sino la deportación masiva de que “caiga el que caiga”, en cualquier sitio, en cualquier momento, violando domicilios sin orden de cateo judicial, y esta actitud muy reprochable no se puede aceptar en cualquier parte del mundo.
Las redadas de ICE, han violado derechos humanos y están agresiva su actitud, que para estos agentes la palabra compasión no existe. Estamos muy de acuerdo, que los que tienen un mal record criminal no tienen que estar amparados por la Ley; pero las medidas de ICE, van mas allá de sus atribuciones, porque para identificar a un criminal está la Policía, la CIA o el FBI, quienes sí tienen autoridad para el control y seguridad del país. Es posible, que el sistema en política migratoria tenga que reformarse en este sentido, de lo contrario, continuaremos presenciando a familias enteras viviendo con miedo y dolor; dueños de negocios a merced de las redadas de inmigración, calles que se convierten en pesadillas, porque en cualquier momento lo confunden con criminales.
Sembrar el pánico y vivir con temor porque ICE está buscando a los criminales, también se violan los derechos civiles de cada ciudadano. Los agentes saben quienes son los criminales, porque ellos los conocen por medio de sus archivos secretos con fotografías. Nadie está de acuerdo encubrir a un criminal porque comete un delito federal, pero las redadas de ICE, no pueden servir para alterar la paz ciudadana, cuyas garantías están en las leyes y en la Constitución de los EE.UU.
En lo particular, las declaraciones del Jefe de Policía de CMPD, en cuanto a la conducta de los agentes de ICE, consideramos muy acertadas, que deja muy en claro que su institución no guarda relación con agentes de Inmigración en la Ciudad de Charlotte y Condado Mecklenburg en el estado de Carolina del Norte.
Recalcamos, que las redadas de ICE, deben contener un principio de respeto ciudadano de acuerdo a las leyes; pero tampoco compartimos que quienes las han violado, deben ser aprehendidos, lo que no estaremos de acuerdo, por ley, es que se violen derechos civiles con el pretexto de buscar a criminales muy conocidos por los agentes de Inmigración.