1. Un equipo muy ofensivo
Juan Carlos Osorio no escatimó. El colombiano presentó un equipo netamente ofensivo con hombres como Javier Hernández, Carlos Vela, Giovani dos Santos y Jesús Corona. Su intención, atacar en todo momento. Sabía que Estados Unidos sería más precavido, pero eso no importó, lo que deseaba el timonel del Tri era buscar el triunfo con goles y confió por completo en sus hombres. En el primer tiempo no tuvo muchos problemas para generar opciones de gol, aunque para su mala fortuna solo se concretó en una ocasión, por lo que tuvo que sufrir un poco en el complemento.
2. La convicción por ganar estuvo por delante
En cuanto a físico, Estados Unidos presentó un equipo más fuerte y de mayor estatura, pero los mexicanos no dudaron en meter la pierna y el cuerpo con la misma intensidad. Si Estados Unidos deseaba imponer sus condiciones, México respondió de la misma manera y sin hacerse menos. Un punto importante igualmente fue que si los estadounidenses pasaban con el balón, se buscaron faltas tácticas o detenerlos de alguna manera para evitar mayor peligro.
3. Márquez, el comandante
Rafa fue el hombre que puso calma, que bajaba la intensidad cuando era necesario y tranquilizaba a sus compañeros. Primero lo hizo como defensa central y luego desde el mediocampo. Quitó balones y dio salida siempre con certidumbre de lo que se debía hacer. Si en algún momento había confrontaciones o alguien reclamaba al árbitro, como capitán se encargaba de apagar fuegos y resolver el problema con su experiencia. A todo eso y lo más importante, anotó el gol de la diferencia que finalmente valió para la victoria.
4. Reacción pese a empate en el marcador
Estados Unidos se fue con todo su arsenal para igualar el partido en el segundo tiempo, lo consiguió y buscó el de la diferencia. Ante eso, México también respondió, se plantó bien en defensa, trató de recuperar balones y poco a poco, conforme se acercó al final del encuentro, volvió a atacar en busca del tanto de la diferencia. Ya a balón parado, aprovecho una jugada preparada para que Rafael Márquez ganara en la marca y rematara para conseguir el gol que le dio el triunfo histórico.
5. Un entorno que no pesó
En Columbus, de acuerdo a los antecedentes, el equipo mexicano tenía todo en contra. Habitualmente el clima, el escaso apoyo de los mexicanos y la presión del rival era algo que jugaba en contra de ellos. Sin embargo, se supieron sobreponer y desde el primer minuto jugaron con la convicción de buscar la victoria. Al final, todo el ambiente y el clima no les afectó, pues no se salieron del guión para conseguir el triunfo.