Por: José López Zamorano.
Es imposible quedarse de brazos cruzados cuando somos testigos de un fenómeno alarmante, los latinos sufrimos un impacto desproporcionado de VIH. Aunque somos el 17 por ciento de la población en E.E.U.U., representamos más del 23 por ciento de los nuevos casos.
Cuando sabemos que uno de 36 varones latinos y una de cada 106 latinas serán diagnosticados con el VIH en el curso de su vida, es claro que padecemos una crisis de salud pública que reclama atención urgente.
Pero el primer paso está en nosotros mismos, en asumir la responsabilidad de las consecuencias de nuestras acciones personales, no solo para evitar conductas de riesgo, sino para tener el valor de hacernos la prueba.
La buena noticia es que un número creciente de hispanos estamos cobrando conciencia de la importancia de los exámenes tempranos.
A través de las redes sociales, estamos sumándonos a la conversación entre personas interesadas y amigos sobre el VIH, y dejando atrás el estigma que antes nos impedía hablar del tema, hacernos la prueba o buscar la ayuda necesaria. Conforme más latinas y latinos participamos en la conversación bien informada sobre el VIH/SIDA, se vuelve natural hablar entre nosotros, y dentro de nuestras familias y comunidades, de un tema que antes era tabú por razones culturales, de idioma o económicas.
Por ello importa escuchar el llamado para motivar a los latinos – hombres y mujeres – a hacernos la prueba del VIH, que es el primer paso para buscar información y tratamiento en caso de ser necesario.
La campaña multimedia “Lo Estoy Haciendo/La Prueba del VIH” tiene un mensaje bien sencillo: la prueba del VIH debe ser parte del cuidado médico regular de todos, no sólo para mantenernos saludables y productivos, sino para salvaguardar la salud pública en nuestras comunidades. “Él lo está haciendo.
Ella lo está haciendo. Nosotros lo estamos haciendo. USTED también lo debería estar haciendo”, es su lema. Y es que el primer paso para resolver un problema es reconocer su existencia. En el caso del VIH/SIDA, el simple inicio de una conversación abierta sobre el tema conduce a la discusión de formas de prevención, uso de preservativos y la realización de pruebas de detección del VIH.
El contagio del VIH no es una maldición, ni una condena de muerte. Se pueden prevenir y detener los contagios. Todo empieza con asumir nuestra responsabilidad con la salud, hacernos la prueba e iniciar esa primera conversación con nuestro médico, familia y amigos. Te sorprenderás del alivio no sólo hacia tu bienestar y tú futuro sino el de todos los que te rodean. Hay muchos lugares donde puedes hacerte la prueba del VIH gratis y en forma confidencial. Para encontrar el sitio más cercano y más información, visita LaRedHispana.org