sábado, julio 5, 2025

Sanders no le dará respiro a Hillary Clinton

Washington DC.- Las dos lunas de miel que Obama tuvo tras ganar los comicios presidenciales de 2008 y 2012 no volverán a verse en la Casa Blanca.

“La verdad es que la gente está un poco decepcionada con el presidente (Barack) Obama porque ha habido muchas promesas de su parte, y también del Partido Demócrata que no fueron cumplidas”, dijo Erika Andiola, vocero para medios hispanos del senador por Vermont.

Andiola precisó que con lápiz y papel en mano “estamos anotando todas las promesas de campaña de la señora Clinton para que, cuando llegue a la Casa Blanca, le demos seguimiento a cada una de ellas”, y aseguró que una de las principales tiene que ver con la reforma migratoria y alivios para millones de inmigrantes indocumentados.

“No vamos a cometer el error que hicimos en 2008 y 2012 con no exigirle al presidente Obama para que cumpliera con sus promesas. Creímos que las iba a plasmar pero no le exigimos lo suficiente. Fue algo que dejamos de hacer”, explicó.

Promesas rotas

En 2008, durante la campaña por la nominación presidencial del Partido Demócrata, Obama prometió una reforma migratoria en los primeros 100 días de su Administración si era electo. Luego cambió el compromiso para el primer año de su mandato.

En 2009 y 2010 los demócratas controlaron ambas cámaras del Congreso pero los debates de las guerra en Irak y Afganistán, la crisis financiera y la reforma de salud postergaron el compromiso. En noviembre del 2010 los republicanos recuperaron el control de la Cámara de Representantes y rechazaron cualquier intento por legalizar a los indocumentados.

El 20 de septiembre de 2012, durante un Encuentro con los Candidatos organizado por Univision, el periodista Jorge Ramos le preguntó a Obama si volvería a prometer una reforma migratoria y su respuesta fue afirmativa, que lo haría, tal y como lo dijo en la elección anterior, durante el primer año de su segundo mandato.

Esta vez los planes del mandatario chocaron con la resistencia de la Cámara de Representantes controlada por los republicanos.

Freno a las deportaciones

“Aprendimos la lección”, dijo Andiola. “Y no solo vamos a exigirle a la presidenta, también le vamos a exigir al partido. Por eso estamos luchando (la campaña de Sanders) para que en esta Convención Nacional se incluyan nuestras propuestas en la plataforma y no se hable solamente de un camino a la ciudadanía para los indocumentados. También es importante que el gobierno desmantele la maquinaria de deportaciones y no sigan separando a nuestras familias”.

Durante la primera Administración de Obama el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) deportó un promedio anual de 400,000 indocumentados. Por encima del 41% de los expulsados no tenía antecedentes criminales, confirma el gobierno.

Entre 2013 y 2016 las deportaciones bajaron de un promedio diario de 1,200 a 643 pero se mantiene el porcentaje de expulsados sin antecedentes criminales.

Programas en la mirilla

Andiola dijo que el Presidente tiene “otras opciones” de acciones ejecutivas para ayudar a la comunidad inmigrante, entre ellas detener la implementación de programas federales que le otorgan a las policías locales poderes extraordinarios para que sus agentes detengan a inmigrantes indocumentados que luego son puestos en proceso de deportación.

Entre los planes mencionados por Andiola se cuentan el 287(g) y el Programa de Cumplimiento de Prioridades (PEP) de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

La agencia de deportaciones explicó que el PEP comienza a nivel estatal cuando un individuo es arrestado y fichado por un agente de policía tras una infracción a la ley y sus huellas digitales son entregadas al FBI para chequear antecedentes criminales y órdenes de arresto. Esa información es verificada para ver si el individuo está en la lista de prioridades y debe ser deportado.

La agencia insiste en que el PEP sólo se enfoca en individuos que representan una amenaza para la seguridad nacional. Sin embargo las organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes insisten que entre seis a siete de cada 10 deportados no constituía una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.

Antes de la implementación del PEP el año pasado el DHS operó Comunidades seguras. Entre 2008 y 2014 el programa deportó a 375,031 indocumentados con antecedentes criminales, aseguró el departamento.

Si lo prometen que lo hagan

Para la campaña de Sanders las explicaciones de la Administración no son suficientes. “Es importante detener a Trump, por supuesto, pero también nos tenemos que enfocar en que el Partido Demócrata cambie su forma de trabajar y que cumpla lo que promete en las campañas. Hay mucho que hacer para saciar la angustia de nuestra comunidad inmigrante. Por ejemplo, nos tenemos que preocupar, además de los 11.3 millones de indocumentados, de los miles niños migrantes centroamericanos que están buscando asilo”, dijo Andiola.

“Le vamos a exigir a la señora Clinton de una manera que no lo hicimos con Obama”, aseguró. “Y se trata de algo que nosotros, en la comunidad dreamers, en el movimiento de jóvenes inmigrantes, es algo que realmente queremos que dejen de hacer, que no prometan sino que en verdad se comprometan a hacer cambios”.

“El error de Obama fue prometer algo que no se hizo y terminó separando familias. Hay que dejar de hacerlo cuanto antes y darle soluciones a nuestra comunidad, cumplir lo que prometemos en las campañas”, concluyó.

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