París.- Sin jugar del todo bien y tras pasar algunos apuros, sobre todo en el primer set, Serena Williams sacó con lo justo a Kiki Bertens (58ª) por 7-6 (7) y 6-4 y avanzó a la final de Roland Garros, donde irá en busca del récord de 22 títulos de Grand Slam de Steffi Graf. Su rival en la definición será Garbiñe Muguruza (4ª) derrotó a Samantha Stosur (21ª sembrada) por 6-2 y 6-4.
Se le negó en el US Open, donde además iba por el Grand Slam de calendario y pisó en falso en las semifinales; también en el Australian Open, certamen en el que cayó en la final ante Angelique Kerber. ¿La tercera es la vencida? Roland Garros podría ser su llegada al récord de mayor cantidad de títulos de Grand Slam en la Era Abierta, a dos de las coronas de Margaret Court (24; 11 en la Era Abierta).
Su llegada a la definición no fue del todo tranquila. Cambiante, errático y con poca movilidad de ambas. Ese fue el dibujo del primer set entre Serena Williams y Kiki Bertens. La estadounidense corrió desde atrás en todo momento, pero reaccionó a tiempo sobre el final, tuvo un mejor cierre en el tiebreak, a pesar de dos increíbles fallas en la volea, y se quedó con la ventaja en 57 minutos.
Serena empezó el partido hundida en errores no forzados y escasa movilidad, algo complicada por una molestia muscular que le quedó del duro cruce de cuartos de final ante Yulia Putintseva. Rápidamente quedó 0-2, estuvo al jaque con su servicio con tres chances en contra para quedar 1-4 y hasta llegó a salvar un set point en el 5-3, a raíz de un winner de derecha de Bertens que se murió en la red.
Desde ahí, la mejor versión de la N°1 del mundo, que dejó un poco de lado su numerosa ejecución de drops (Bertens también tiene problemas musculares) y comenzó con su arsenal de tiros ganadores, al punto de llegar a 23 y superar en uno a sus errores no forzados. Aun con un ritmo cansino, Serena llegó al tiebreak con más agresividad y se puso 5-2 al frente.
En el desenlace, momento de dudas para la estadounidense. Dos winners de Bertens, de derecha y revés, achicaron la brecha; y luego dos errores increíbles en la volea de manera consecutiva la dejaron otra vez set point en contra (6-7). Pero recuperó el pulso y finalmente se hizo dueña del primer parcial.
El segundo set tuvo un desarrollo similar, con Bertens al mando en el inicio y una buena recuperación de Serena, que pasó del 0-2 al 5-3. En ese juego, con la devolución, la estadounidense tuvo tres match points a favor, pero tuvo que esperar hasta el turno de su servicio para quedarse con su boleto a la final tras ponerle cierre al gran momento de Bertens, que venía de 12 victorias seguidas y en Parías había dejado en el camino a cuatro preclasificadas, entre ellas a Kerber, N°3 del mundo.
Por su parte, Garbiñe Muguruza no dejó dudas en su duelo ante Samantha Stosur y se quedó con la victoria por un convincente 6-2 y 6-4, en una hora y 18 minutos de acción. La española, cabe destacar, jugará su segunda final de Grand Slam, luego de estar en la definición de Wimbledon 2016, y apenas sexta final en el circuito.
La española, N°4 del mundo, tuvo un inicio arrollador y tomó rápidamente el control por un contundente 4-0. No dejó pasar la oportunidad y, en su primera oportunidad, selló el primer set.
Con envión, Muguruza ganó ocho de los primeros nueve puntos del segundo parcial y nuevamente, con los tiros ganadores (20 en total) como principal aliado, tomó distancia en el marcador 5-2.
Apenas un momento de dudas, al perder su servicio «en cero» y no poder quebrar, para luego sí terminar de doblegar a Stosur, ex-Top 4 en 2011 y finalista en París en 2010, a su primera definición de Roland Garros.
