lunes, diciembre 23, 2024

Steven Spielberg: “Somos una nación de inmigrantes»

New York.- Los contadores de historias suelen andar por la vida con un cuento siempre a mano, con un bolsillo lleno de personajes y anécdotas.

El cineasta estadounidense Steven Spielberg  es así y por eso no extraña que su discurso en la graduación de la Universidad de Harvard haya estado compuesto de referencias a los relatos que componen el día a día.

Su discurso, así las cosas, empezó desde su relato personal, de cómo abandonó la universidad en la juventud para finalmente graduarse 14 años atrás.

“¿A cuántos de ustedes les tomó 37 años graduarse? Como la mayoría de ustedes comencé joven la universidad pero en mi segundo año me ofrecieron el trabajo que siempre soñé en Universal Studios. Abandoné la universidad y les prometí a mis padres que si no me salían bien las cosas, me volvería a matricular. Pero todo salió bastante bien”, dijo ante las risas del público.

Pero relató que por sus siete hijos a quienes les insistía en la importancia de los estudios universitarios, a sus cincuenta años y pico regresó a la universidad.

En 2002, finalmente, se graduó de California State University Long Beach con una licenciatura en cine y artes electrónicas.

Lo dice el responsable de filmes como “E.T.”, “Close Encounters of the Third Kind”, “Jaws”, “Catch Me If You Can” y “Jurassic Park”, el realizador que no necesita mucha introducción.

Spielberg, como era de esperarse, hizo referencias al cine y sus películas para hilvanar varias de las ideas de su mensaje de graduación.

“Las decisiones que ustedes toman son lo que en las películas llamamos los momentos que definen a los personajes. Yo creo momentos como esos en películas de dos horas, pero la vida es una larga sucesión de momentos decisivos”, reflexionó quien en la ceremonia de la mañana de la graduación, Harvard le concedió un Doctorado en Artes.

El director de cine pidió que los jóvenes sepan diferenciar entre la intuición y la conciencia para poder guiar esos momentos clave que la vida depara continuamente.

“La conciencia dice ‘esto es lo que debes hacer’ mientras la intuición susurra ‘esto es lo que podrías hacer’. Escuchen esa voz, nada les definirá su carácter como esa voz”, dijo el realizador que ganó el Oscar a Mejor Director por “Schindler’s List”.

Las referencias cinematográficas continuaron a través de momentos y personajes de películas esenciales suyas como “The Color Purple” o “Saving Private Ryan”, pero también en un modo metafórico para realzar su mensaje.

“Mi trabajo es crear un mundo que dura dos horas, pero el trabajo de ustedes es crear un mundo que dure para siempre”, afirmó quien señaló que el modo de crear un mejor futuro es estudiando el pasado.

De inmigrantes, el poder de la familia y los villanos 

El asunto de revisar el pasado y las fuentes de las historias es esencial para Spielberg, y mucho más allá que sus películas. Allí, en la audiencia, Spielberg tenía a su padre de 99 años, el responsable de regalarle su primera cámara a los 12 años, la herramienta que le permitió, como dijo, hacer sentido del mundo. De su madre dijo que era su amuleto de la suerte.

Aludiendo a su familia, dijo que ha luchado para que sus hijos miren hacia atrás y vean lo que ha pasado “porque para entender quiénes son, necesitan entender quiénes fueron” y cómo era este país cuando (sus padres y sus abuelos) emigraron.

“Somos una nación de inmigrantes, al menos por ahora. Y para mí esto significa que todos tenemos que contar nuestras propias historias”, expuso al pedirles a los graduandos que les pregunten a sus padres y a sus abuelos sobre sus historias y garantizarles que no se aburrirán.

Es que, de acuerdo con Spielberg, el pasado tiene las mejores historias porque los héroes y los villanos no son constructos literarios sino que están en el corazón de toda historia.

“Y están de suerte porque este mundo está repleto de monstruos y hay racismo, homofobia, odio étnico, odio político y odio religioso”, aseguró quien contó que de pequeño fue víctima de ‘bullying’ por ser judío. Spielberg reconoció que lo que sufrió era nada en comparación a lo que sus padres y abuelos enfrentaron.

“Pensábamos que el antisemitismo estaba desapareciendo y estábamos equivocados. En los pasados dos años, casi 20,000 judíos han abandonado Europa para encontrar un mejor porvenir”, explicó quien estableció hace unos años la Shoah Visual History Foundation que ha reunido testimonios de sobre 53,000 sobrevivientes del Holocausto.

El cineasta abogó por dividir las barreras entre “nosotros y ellos” y en combatir la islamofobia, el antisemitismo, el desdén por las minorías y la comunidad LGBT. «La solución al odio es más humanidad», recalcó.

“Yo me he imaginado muchos futuros posibles en mis películas pero son ustedes quienes determinarán el futuro de la vida real y solo espero que esté lleno de justicia y paz”, articuló hacia el final de su mensaje.

Las referencias a las películas inevitablemente tenían que regresar para cerrar su mensaje: “Les deseo un final feliz de Hollywood: que puedan burlar al tiranosaurio, atrapar al criminal y por el bien de sus padres y, como E.T., que vayan a casa”. Así, porque la vida es una suerte de película.

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