El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, presentó el pasado 13 de abril un proyecto de ley que busca legalizar el suicidio asistido para ciudadanos con seria condición médica.
Pese a que ya la Corte Suprema del país eliminó una prohibición que estuvo vigente hasta febrero de 2015, hace falta aún una nueva legislación que regule el tema.
Sin embargo, el borrador de la iniciativa legal establece claramente que la asistencia a pacientes terminales para tener una muerte digna solo podrá ser dada a ciudadanos y residentes, lo que evitaría que estadounidenses viajen a Canadá para tal fin.
Esto busca evitar el llamado «turismo del suicidio», tal como ocurre, por ejemplo, en Europa, donde decenas de pacientes, que incluso no están en fase terminal, viajan a Suiza desde distintos puntos del continente para morir.
En todo caso, California, Oregon, Washington, Vermont y New Hampshire permiten ya el suicidio asistido, donde los médicos tienen la autoridad de administrar o prescribir químicos letales para ayudar a morir a pacientes terminales con menos de seis meses de vida, como es el caso de California.
La Corte Suprema de Canadá señaló en su fallo del año pasado que el suicidio asistido debe administrarse solo a pacientes con «grave e irremediable condición médica» certificada por un doctor en medicina.
El fallo del Supremo había contado con una férrea oposición del anterior primer ministro conservador Stephen Harper, pero con un liberal en el poder, se cree que la normativa podría convertirse pronto en ley debido a que el gobernante Partido Liberal cuenta con una fuerte mayoría en la Cámara de los Comunes.
Sin embargo, existen dudas en torno a si entrará en vigor antes de la fecha límite del 6 de junio impuesta por la Corte Suprema.