La pesadilla para 81 personas que viajaban en un vuelo de Egyptair desde Alejandría a El Cairo se ha acabado. El secuestrador se entregó a las autoridades de Chipre tras ordenar el desvío del aparato a esa isla del Mar Mediterráneo sin que finalmente haya habido ninguna víctima.
Tras horas de gran tensión, aún los motivos no quedan claros. Según el presidente de Chipre, Nicos Anastasiades, este acto «no tiene que ver con terrorismo». Según medios locales, al parecer se trata más bien de un asunto personal con su esposa.
Todo comenzó cuando un ciudadano de nacionalidad egipcia, identificado como Seif Eldin Mustafa, secuestró la mañana de este martes un avión Airbus y obligó a los pilotos a desviar el aparato al aeropuerto de Lárnaca, en Chipre.
El secuestrador llegó a amenazar con hacer explotar un cinturón de explosivos, aunque fuentes de seguridad egipcias no creían que hubiera conseguido burlar las medidas de seguridad y portar algún elemento detonador.
Una vez consiguió desviar el avión a Chipre, el secuestrador liberó a 56 pasajeros pero mantuvo como rehenes a cuatro miembros de la tripulación (el piloto, el copiloto, un agente de seguridad, un sobrecargo y otras tres personas), de acuerdo con fuentes oficiales chipriotas.
Entre los liberados había 18 personas de nacionalidad egipcia, 10 estadounidenses y 8 británicos. Los pasajeros liberados viajarán de vuelta a El Cairo a las 12:30 am hora local en un vuelo cuyos detalles no han sido revelados.
El secuestrador aparentemente pretendía pedir asilo en Europa y, aunque no son claros los motivos, se cree que habría tomado el avión por motivos personales, según informaciones de los medios chipriotas no confirmadas oficialmente.
El pirata aéreo habría exigido ver a su exesposa chipriota, cuyo nombre les facilitó a los negociadores.
La mujer fue conducida al aeropuerto, acompañada por un niño, según la cadena de televisión chipriota Sigma.
Sigma señaló que el secuestrador está casado con una chipriota que vive en Lárnaca y su intención era que se le entregara una carta escrita en árabe que el hombre lanzó desde el avión a la pista.
Según la corresponsal en Grecia del diario británico The Guardian, el hombre también demandó la liberación de cuatro mujeres encarceladas en Egipto.
El presidente chipriota, Nikos Anastasiadis, señaló temprano que no había indicios que apuntaran a un acto terrorista, en una comparecencia ante la prensa con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz, de visita oficial en Nicosia.
Anastasiadis respondió a la pregunta de un reportero de si el motivo del secuestro se relacionaba a un asunto pasional: «Siempre hay una mujer involucrada».
El ministro chipriota de Asuntos Exteriores ratificó lo dicho por el presidente y fue un poco más allá, al decir que el plagiario «no es un terrorista, pero sí un idiota».
El avión, un Airbus A320 que efectuaba la ruta Alejandría-El Cairo cuando fue secuestrado, aterrizó en una zona especial aislada del aeropuerto chipriota en torno a las 08:40 a.m hora local.
Según la Policía chipriota, la torre de control del aeropuerto informó a la policía a las 08;30 a.m. que un avión procedente de Egipto estaba siendo secuestrado.
El aeropuerto internacional de El Cairo retrasó las salidas de sus vuelos al extremar las medidas de seguridad, después del secuestro del avión de Egyptair.
Este nuevo incidente lanza dudas sobre las medidas de seguridad en los aeropuertos en Egipto. Hace cinco meses un avión ruso con 224 personas se estrelló en la Península del Sinaí. El autodenominado grupo terrorista Estado Islámico (EI, también conocido como ISIS) reivindicó el acto y Rusia dijo que un objeto explosivo causó el derribo de la nave.
