La familia de Joaquín «El Chapo» Guzmán continuó con la batalla mediática en apoyo al narcotraficante con una protesta frente al penal donde está recluido, mismo día de la revelación en una entrevista a un diario británico de que el criminal estuvo dos veces en EEUU cuando estaba prófugo.
En una aparición sorpresiva, Bernarda Guzmán Loera, su hermana, solicitó a las autoridades a las puertas de la cárcel del Altiplano, en el estado de México (vecino de la capital), que «hagan algo justo» con él y opinó que el trato que le otorgan se debe a que están enojadas por la fuga que protagonizó en julio pasado.
«Hasta un animal irracional busca su libertad, pero él no le hizo daño a nadie», dijo Bernarda, intentando justificar que el criminal huyera por un túnel de 1.5 kilómetros el pasado 8 de julio pasado.
Fue la segunda vez que se escapa de un penal de máxima seguridad en los últimos 15 años, después de hacerlo de otro en Jalisco (oeste de México) en 2001.
Esa fue una de las pocas frases de Bernarda, que ya en 2014, cuando el capo fue enviado por primera vez al Altiplano (municipio de Almoloya de Juárez), había presentado una demanda de amparo contra cualquier orden de deportación o extradición para que el narcotraficante sea juzgado en Estados Unidos.
La mujer aseguró que la familia está en contra de la entrega de Guzmán al vecino país, aunque manifestó que debe ser él quien tome la decisión.
Además, dijo desconocer las declaraciones que apuntan a que su hermano ya pidió que se acelerara su proceso de extradición por las supuestas violaciones a los derechos humanos que denuncia el recluso en el presidio.
Otra hermana del capo, Armida Guzmán, también acudió a las instalaciones de El Altiplano. Ella, con el rostro cubierto, aseguró que “El Chapo” está enfermo.
Revelaciones de su hija
Horas antes, la hija del capo, Rosa Isela Guzmán Ortiz, insinuó en una entrevista divulgada este viernes por el diario británico The Guardian que su padre le dio apoyo económico a las campañas depolíticos mexicanos que después lo traicionaron y rompieron un acuerdo para protegerlo.
En Almoloya de Juárez, las peticiones de los familiares fueron acompañadas por el anuncio del abogado José Luis González Mesa de que los representantes legales del líder del cártel de Sinaloa iniciarán una huelga de hambre en las próximas horas para exigir una mejora en el trato al narcotraficante.
«Estamos esperando a la familia», dijo González, que espera el respaldo de parientes del delincuente aunque aclaró que no ha tenido contacto directo con Emma Coronel, la esposa de «El Chapo».
Coronel fue la primera en comenzar con la batalla mediática al conceder recientemente una entrevista a la cadena hispana Univision en la que aseguró entre otras cosas que no le consta que su marido sea narcotraficante.
González Meza, a cargo de la defensa de «El Chapo» en el juicio de extradición, iniciará la huelga de hambre acompañado por Juan Pablo Badillo y por Carlos Urrutia, de una organización de derechos humanos del estado mexicano de Tamaulipas.
Los abogados denuncian que Guzmán no puede dormir porque por la noche es despertado a cada cuatro horas para obtener una «prueba de vida», una situación que le hace sentirse «un zombi» y que lo tiene en riesgo.
Para la hermana, este trato se debe a que las autoridades «están enojadas» por su fuga del mismo penal el pasado julio.
Asediada por la prensa, la mujer optó finalmente por subirse a un vehículo y desaparecer del lugar, dejando a un lado en apariencia su idea de iniciar la huelga de hambre en el lugar.
No es «un spá»
El jefe de prisiones federales de México, Eduardo Guerrero, negó el martes que se violen sus derechos humanos y aclaró que se le despierta cada cuatro horas para pasar lista acorde con el protocolo, pues el narcotraficante no está «en un spa».
Luciendo una camiseta que en letras impresas que dice «Extradición, Never (nunca, en inglés)», González Meza recordó que aunque «El Chapo» se pronuncie en favor de su traslado a EEUU para ser procesado, deberá ser la Suprema Corte mexicana la que se pronuncie al respeto.
«Nos preocupa que sea tratado peor que a un criminal de guerra»apuntó el letrado, según el cual Guzmán podría ser trasladado incluso a Guantánamo.
«Están orillando a El Chapo’. A lo mejor quieren que se muera o que se vuelva loco», dijo González Meza, quien afirmó que ya se pidió la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hace unos 15 días.
El barón de las drogas mexicano enfrenta decenas de cargos por narcotráfico y lavado de dinero en tribunales federales de Arizona, Texas, California, Illinois, Florida y Nueva York.
Tras su fuga por un túnel en julio pasado el criminal fue recapturado el pasado 8 de enero en la localidad de Los Mochis, Sinaloa, su estado natal y donde había sido capturado ya en 2014 tras permanecer prófugo unos 13 años después de escaparse por primera vez de prisión en 2001.
Indagar complicidades
En tanto, el senador mexicano del opositor Partido Acción Nacional (PAN) Roberto Gil Zuarth dijo que una de las cosas que deben suceder en el país es que la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) investigue, con la colaboración de Joaquín Guzmán Loera, para develar sus coberturas institucionales, sus complicidades desde la política o la seguridad pública.
Gil argumentó que eso será para castigar también a sus cómplices, y ratificó que “hemos insistido en que antes de la extradición sería muy importante que se hicieran investigaciones profundas.
Entrevistado en un acto en Ciudad de México, Gil Zuarth planteó que “El Chapo” pudiera confesar no solamente sus delitos, sino también la estructura de complicidad con la que contó por mucho tiempo”.
En el mismo sentido se pronunció el también opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda). A través de su cuenta de Twitter, el presidente del órgano político, Agustín Basave, dijo que las declaraciones recientes de la hija de Guzmán Loera exigen realizar una investigación.